El 61,4% de los andaluces reconoce que los inmigrantes contribuyen al desarrollo de la comunidad autónoma y el 51,5% cree que la economía de algunas zonas se desplomaría si se perdiera su aportación. Así se recoge en un estudio sociológico sobre la actitud de la población andaluza ante la inmigración elaborado para la Junta por el Centro Andaluz de Prospectiva con la colaboración de las Universidades de Almería, Cádiz, Granada y Jaén. El trabajo, que ha sido presentado hoy ante el Consejo de Gobierno por el consejero de Gobernación, Alfonso Perales, se apoya en 3.200 encuestas realizadas en 119 municipios andaluces durante los pasados meses de febrero y marzo.
En relación con el desarrollo económico, los datos de la encuesta revelan una aceptación generalizada de los trabajadores extranjeros. El 60,5% de las personas consultadas admite que son necesarios desde un punto de vista laboral y el 46,3% rechaza que su presencia en el mercado de trabajo favorezca el desempleo en la comunidad autónoma. El 49,4% de los encuestados asegura que la llegada de inmigrantes acarrea en la misma proporción beneficios y problemas, un 24,1% opina que de continuar incrementándose su número surgirán problemas como la delincuencia y la prostitución y un 21,4% cree que los inmigrantes podrían superar a la población autóctona.
Cuando se les habla de inmigración, en un 25,2% de los encuestados piensa en personas que vienen a buscar trabajo y el 58,5% opina que son gente honesta. El 66,8% sostiene que los que llegan están dispuestos a trabajar duro, un 73,1% cree que aceptan trabajos que los andaluces desechan, un 56,5% reconoce que personalmente rechazaría esos empleos y un 72,2% afirma que en general sufren discriminación salarial.
El 77,5% de las personas consultadas apuesta por sancionar a los empresarios que contraten inmigrantes sin permiso de residencia, un 46,6% estima que se marcharían si no fueran contratados y el 44,8% opina que no se debe consentir que trabaje quien no tenga permiso de residencia.
En cuanto a la integración de estas personas en la sociedad, el 44,9% de los encuestados rechaza que la estancia de inmigrantes se traduzca en un incremento de la inseguridad ciudadana, si bien un 41,9% está de acuerdo con esa tesis. Además, el 46,7% opina que no se les debe obligar a despojarse de sus costumbres, aunque el 86,3% entiende que el idioma es una dificultad para ese propósito, así como el hecho de que las personas que no son de raza blanca tengan más difícil su inserción, una opinión que comparte el 64,4% de los consultados. En definitiva, el 53,6% de los consultados cree que el problema principal para la integración reside en la lengua y un 32,3% sitúa la etnia como el primer factor que dificulta ese proceso.
Permisos
El 60,2% considera que es responsabilidad del Gobierno la concesión de los permisos de residencia, mientras que para un 26,6% esa competencia está en manos de la Junta. Tampoco creen los consultados que los extranjeros reciban un trato de favor de las Administraciones en detrimento de los españoles. Así lo considera el 62,7%, mientras que un 54,5% demanda incluso que desde las instituciones públicas se les facilite el acceso a una vivienda, porcentaje que aumenta 3,4 puntos cuando se pregunta si esa responsabilidad deben atenderla los empresarios que contratan inmigrantes. Además, el 56,5% cree positivo que accedan a la vivienda en igualdad de condiciones que cualquier andaluz.
En cuanto a la atención que debe prestarse a este colectivo, el 82,9% apuesta por incrementar los recursos sanitarios destinados a su asistencia, pero un 73,8% está en desacuerdo con crear servicios específicos para ellos. El 68,4% rechaza que la presencia de los hijos de inmigrantes en las escuelas tenga repercusión alguna en el desarrollo normal de las clases y un 70,1% estima que deben recibir un apoyo adicional para facilitarles la integración en la comunidad educativa.
En el bloque de preguntas sobre la percepción genérica de la llegada de extranjeros, la población consultada sólo quiere que vengan a Andalucía los inmigrantes con contrato de trabajo. Así lo pone de manifiesto el 76% de los encuestados, mientras que un 57,5% considera que en estos momentos viven demasiados extranjeros en la comunidad. Sin embargo, un 93,6% rechaza la expulsión de los inmigrantes, tengan o no la documentación.
Finalmente, el 73,6% de los consultados asegura que la diversidad cultural o religiosa es positiva. El 47% rechaza regularizar a todos los inmigrantes sin permiso de residencia y un 45,4% apuesta por concedérselo a todos.