El Consejo de Gobierno ha ratificado la decisión adoptada por el consejero de Asuntos Sociales, Isaías Pérez Saldaña, el pasado 29 de diciembre de 1997, de cerrar la residencia de la tercera edad "Pimpi", de San Isidro-Níjar (Almería), tras comprobarse graves infracciones en su funcionamiento y carecer de las debidas autorizaciones administrativas.
El expediente se inició en noviembre de 1997 como consecuencia de una denuncia de la Policía Nacional en el sentido de que en la finca denominada "Cortijo de San Ginés" funcionaba un centro de la tercera edad. La Delegación de Asuntos Sociales en Almería envió a sus inspectores quienes confirmaron las anomalías. Posteriormente, un informe del Servicio Andaluz de Salud confirmó las deficientes condiciones higiénicas y sanitarias del centro y de sus usuarios.
Debido a la gravedad de las infracciones, la Consejería de Asuntos Sociales decidió el cierre inmediato del centro al existir riesgos para la salud, seguridad y protección de los derechos de los usuarios y reubicó en residencias autorizadas a estos ancianos y enfermos mentales. La propietaria de la "Residencia Pimpi" no formuló ninguna alegación contra la medida.
Según los informes de los técnicos de la Junta, entre otras anomalías, el centro carecía de alcantarillado y se encontraba en estado de abandono, no existía comedor, los cuartos de baño no reunían los requisitos mínimos para su uso y a los residentes se les cobraba la totalidad de sus pagas.