El sonido parece seguir siendo la asignatura pendiente de todas las artes que cohabitan y necesitan de él. Parece un hijo menor. Se presta mucha más atención a la luz, la escenografía o al vestuario, que al diseño sonoro que va a impregnar, se quiera o no, la obra. Y su poder de comunicación, como veremos seguidamente, es enorme, incluso parece asumido asumido por todos. Quizá es el único arte donde todo el mundo parece saber cantar, tocar y componer como si tuvieran “patente de corso”.
En los libros dedicados al teatro suele brillar por su ausencia o, acaso, le dedican algunos párrafos. En este curso no se pretende enseñar a nadie a componer. No es un curso de composición. El curso solo pretende poner en la mesa las inmensas posibilidades que la música plantea. Ayudar al director, productor, e incluso al actor, a tomar decisiones, en base a un conocimiento, que parece reservado a iniciados, y desenvolverse de una forma mas segura en el diálogo con el músico y los técnicos.
Os invitamos pues a recorrer el camino que ha llevado a compilar la visión del mundo sonoro a Mariano Lozano-Platas.
*El número de alumnos podría verse afectado por las ratios que exija la evolución de la pandemia de COVID-19.