Se trata de una exposición que compila siete años de trabajo del artista, a partir de una reflexión sobre la esencia del dibujo y la figura del dibujante. Por una parte, integran la muestra un conjunto de 14 esculturas en bronce y escayola, realizadas en los últimos años, acompañadas de una selección de 30 monotipos, en los que se combinan diversas técnicas: grabado calcográfico, grafito y tintas y acuarelas. Por otra y como núcleo central de la muestra, se exponen los trabajos más recientes de Montaño, realizados ex profeso para el espacio de la Casa de la Provincia. Se trata de una gran escultura, 'El dibujante', tallada en madea de tilo, que, junto a otras piezas de menor tamaño y una serie de dibujos de pequeño formato, constituyen el reflejo de la idea principal de la que surge la muestra: la reflexión sobre la esencia del dibujo y, por lo tanto, sobre la creación artística. La obra de Carlos Montaño (Sevilla, 1956) es delicada en la forma y sugerente en el contenido y con una intencionalidad de plantear más interrogantes que respuestas sobre temas recurrentes, como son: la identidad, el extrañamiento de sí y de lo ajeno o la búsqueda de la comunicación.