Se trata de una de las edificaciones más importantes de la arquitectura sevillana de la segunda mitad del siglo XVII, en pleno desarrollo del estilo barroco.Comenzado en 1676, bajo el plano de Juan Domínguez, concluye en 1697, con Leonardo de Figueroa.

Hablaremos durante la visita de su vinculación con Murillo y el grupo de artistas de su época que en él interviene, así como del autentico sentido del edificio, la caridad con los “ángeles ancianos”.

En esta ocasión la Andares y la Asociación Cultural Regreso a Veruela han organizado una visita guiada, que permiten conocer estas obras en su mayor esplendor.

Sonarán de nuevo, con nosotros, en ese patio estas y otras palabras de aquel siglo. Muestra de cómo la ciudad, tras prohibirse el teatro, nunca volverá a ser la alegre y distraída Babilonia que cantara Góngora. Ni inspirará los versos de amor de Fernando Herrera, el Divino, a la Condesa de Gelves, cuya familia había donado estos terrenos. Para que se estrenaran entre otras muchas “veinte comedias o treinta, que todas se recitaron sin que se les ofreciese ofrenda de pepinos ni de otra cosa arrojadiza”