Preciosa obra musical y teatral del maestro Bretón, ambientada en el Madrid de finales del siglo XIX, no nos puede llevar a engaño su "casticismo" como excusa para no paladear esta obra de arte. Esta magnífica zarzuela forma parte de manera justificada de la memoria colectiva cultural de todos, que no debemos obviar ni olvidar. Su entretenida trama sobre los celos mal reprimidos y su belleza musical, que incluye una soleá flamenca, la hacen ser poseedora de una sorprendente vigencia y vitalidad.