El Corpus Christi en Fiñana es una de las actividades rituales más representativas que en 1999 trasladó la festividad del domingo al tradicional jueves, sesenta días después del Domingo de Resurrección. Las fachadas de las casas por las que discurren las procesiones de la mañana y tarde se engalanan con colchas colgadas de los balcones, deteniéndose la comitiva ante cada altar que las familias levantan en sus puertas para que el sacerdote conceda bendiciones. La participación en los desfiles de niños y niñas de Primera Comunión, así como de sus familiares portando el palio y vecinos, se ha visto reducida con el paso del tiempo a causa de la fuerte emigración, constituyendo ésta un factor negativo para la futura continuidad de la actividad.

Integran los espacios en los que se desarrolla el ceremonial, las calles por donde transcurre la procesión, desde donde puede apreciarse las colgaduras que prenden de los balcones. Pero también son parte importante de esta celebración las distintas familias que realizan los altares en la puerta de sus casas.

Fuente: Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico