San Antonio es el patrón “no oficial” de la localidad, que vive esos días entre el bullicio multicolor de los trajes típicos y los bailes por sevillanas. En el recinto ferial predominan los caballos y los trajes de flamenca. Todo regado con el famoso vino fino de Chiclana.

No puede faltar la visita obligada a las casetas, que se convierten estas fechas en una segunda casa. Es la fiesta más representativa de la ciudad que desborda alegría, colorido, sevillanas y los paseos a caballo por el Real.

El origen de esta celebración es una antigua feria ganadera, que se data del año 1788.

Hoy en día la feria de ganado se mantiene de forma testimonial.