El desarrollo de la fiesta se extiende durante varios días. Durante la mañana del día 6 los seises actúan en la iglesia de la Concepción, y el día 8 el día de la Inmaculada Concepción actúan en la Catedral de la Encarnación de Guadix. Previamente a la celebración de la misa solemne en honor a la Inmaculada Concepción el día 8, los seises realizan el último ensayo. Una vez finalizado los niños vestidos con la tradicional indumentaria, y bajo la supervisión del director acuden a los jardines del palacio episcopal para saludar al señor obispo donde reciben su bendición. Éste los intenta tranquilizar y animar para que realicen la danza lo mejor posible. Mientras tanto, esperan a la llegada del cabildo catedralicio que acuden a los jardines del palacio episcopal con la cruz parroquial para acompañar a los seises en procesión hasta el interior de la catedral. Una vez la comitiva llega al interior del templo catedralicio, esparcen el agua bendita y se besa el Himnus Crucis. A continuación los miembros rezan en la capilla de la Inmaculada Concepción y cuando llegan al altar mayor realizan otra genuflexión en frente de otra imagen de la Inmaculada. Durante la misa los seises se sientan en unos bancos situados junto al altar mayor esperando a que finalice la misa, momento en el cual Los seises se sientan en los bancos junto al altar. Antes de finalizar la santa misa tiene lugar la actuación de los seises. Éste momento es el más esperado para todos los asistentes, ya que se puede contemplar en todo su esplendor una de las danzas y coplas más antiquísimas que aún se conservan en la ciudad accitana. Familiares y amigos se ubican en los bancos más cercanos al altar para poder observar lo más cerca posible a sus pequeños hijos.

Diciembre.
El día 6 se celebra el acto litúrgico y las danzas y coplas de los Seises en la Iglesia de la Concepción de Guadix, mientras que el día 8 se celebran los actos en la Catedral de Guadix.