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La fiesta de San Gregorio en Bédar se celebra durante el fin de semana más próximo al 9 de mayo. Se trata de un ritual festivo en el cual destacan la bendición de los roscos en la iglesia y la procesión de la imagen por las calles de la localidad junto al lanzamiento de roscos desde azoteas y balcones. A pesar de la antigüedad e integración de la fiesta en el calendario festivo comarcal, los vecinos de mayor edad desconocen el origen de inició dicha tradición, que ha ido transmitiéndose generación tras generación. En el siglo XVI tras la independencia de la parroquia de Bédar de la de Antas, se instauró a San Gregorio como patrón de la localidad.
A mediados del siglo XX, la fiesta se celebraba durante el mes de agosto, sin embargo se decidió trasladar la fecha a principios de mayo por diversas razones entre las que se destacaba que el culto a San Gregorio debía de establecerse en torno al 9 de mayo, día de la onomástica de San Gregorio Nacianceno. El traslado de fecha también se atribuía a que durante los primeros días de mayo había menos faena en el campo y se disponía de más tiempo para celebrar la fiesta. El acopio de roscos de pan por parte de algunos vecinos de la localidad es uno de los preparativos más relevantes del ritual.
Días previos a la celebración, los vecinos y vecinas acuden a la panadería local y piden una cantidad considerable de roscos para lanzarlos desde sus balcones o terrazas por donde transcurre la procesión. Tradicionalmente se suele encargar una arroba de roscos. La celebración de la fiestas en honor de San Gregorio tiene su inicio durante la mañana del domingo. Habitualmente sobre las once de la mañana los vecinos de la población van congregándose en las inmediaciones de la parroquia para esperar la bendición de los roscos. Las personas que han realizado una promesa al santo acuden con varios sacos de roscos para depositarlos en el altar para la posterior bendición. Poco a poco el templo se va llenando de sacos con roscos de pan mientras varias personas de la hermandad de la Virgen de la Cabeza ultiman los detalles del paso, sujetando bien los grandes roscos al trono de San Gregorio para que no se caigan durante el transcurso de la procesión. Sobre las doce del medio día se produce la esperada bendición de los roscos por parte del sacerdote local. Tras la bendición de los roscos, cuatro hombres de manera voluntaria, se encarga de llevar la imagen del santo a hombros por los calles de la localidad, mientras que varias mujeres sujetan un trono con ruedas en el que se pondrá el santo para avanzar por las calles más llanas del pueblo facilitando así el esfuerzo de los costaleros. Mientras avanza el trono seguido por la banda de música, muchos de los participantes se adelantan para llegar a los puntos desde donde se lanzarán los roscos. Esta actividad congrega a gran parte de los asistentes ávidos de poder coger al vuelo el mayor número de roscos posibles. Antaño, el lanzamiento de los roscos se realizaba como un acto de caridad hacia los más necesitados o como agradecimiento por las buenas cosechas, hoy en día se realiza con motivo de alguna promesa hacia un ser querido que sufre algún tipo de enfermedad u otro problema grave Finalizada la procesión, los congregados se adentran en el templo parroquial para asistir a la misa en honor a San Gregorio.
Otros de los actos que configuran el programa festivo son la tradicional verbena que se lleva a cabo la noche de sábado y otras actividades lúdicas como conciertos o actividades infantiles.
Mayo. La celebración de San Gregorio en Bédar tiene lugar el fin de semana más próximo al día 9 de mayo.