En torno al primero de agosto Escañuela honra a su patrón, San Pedro Ad Víncula, con una serie de actos culturales y deportivos los días previos y posteriores a su onomástica. Tras el anuncio de la celebración en la diana floreada y la invitación a un desayuno por parte del hermano mayor y sus allegados, los desfiles se suceden, bien recogiendo en sus domicilios a los participantes, ya sean miembros de la hermandad, autoridades civiles y mises, bien realizando el tradicional pasacalles de gigantes y cabezudos que bailan y asustan a los más pequeños.

El Santo es sacado en procesión mientras los abanderados llevan a cabo una de los rituales más significativos, común en otros pueblos de la comarca, de "echar la bandera", según el cual la persona es envuelta en ella y entrega un donativo a la hermandad para sufragar los gastos de la fiesta, rememorando el pago de su peso en trigo realizado antaño. Una amplia programación de actividades deportivas y conciertos por la noche, así como el concurso de paellas del conocido "Día de Convivencia", posibilitan la participación y, con ello, la continuidad de una actividad ritual donde autóctonos confraternizan con los que emigraron que retornan cada año para la cita.

La celebración se concentra en torno a los días 31 de julio y 1 de agosto, onomástica de San Pedro Ad Víncula, aunque los anteriores y posteriores difieren cada año según la programación acordada.