Un año más la Consejería de Cultura y Deporte presenta su programación especial en el marco de las Jornadas Europeas de Patrimonio, este año 2025 bajo el lema “Patrimonio y arquitectura: una ventana al pasado, una puerta hacia el futuro”. Si objetivo es celebrar la relación entre la comunidad y su patrimonio arquitectónico, puesto que en el 2025 se celebran 50 años tanto del Año Europeo del Patrimonio Arquitectónico como de la Carta Europea del Patrimonio Arquitectónico. Andalucía se suma a esta iniciativa paneuropea, invitando a celebrar la cultura con múltiples y diversas experiencias patrimoniales. 

Las más de 130 actividades gratuitas que se han programado a lo largo del territorio de la Comunidad , durante los meses de octubre y noviembre, se centran principalmente en de dicho lema, presentando interesantes muestras de nuestro rico patrimonio arquitectónico, reflexionando sobre su papel en la identidad y en la creatividad de los grandes monumentos, pero también sobre los edificios que forman parte de la vida cuotidiana de nuestra sociedad. En esta ocasión, además, las jornadas incorporan actividades para conmemorar el 15 aniversario de la inscripción del flamenco en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, así como el Día Europeo del Arte Rupestre, efeméride que un año más coincide con la celebración de las jornadas.

Las actividades están dirigidas a un público heterogéneo, intentado adecuarse a la diversidad de nuestra población, y van desde rutas y visitas guiadas por especialistas y profesionales del mundo de la arquitectura y el patrimonio, hasta conferencias y exposiciones, pasando por conciertos, catas, talleres didácticos, etc.

Las Jornadas Europeas de Patrimonio son una acción conjunta del Consejo de Europa y de la Comisión Europea en la que participan los 50 Estados signatarios de la Convención Cultural Europea. Estas Jornadas, instituidas en 1991, son el acontecimiento cultural participativo más celebrado y compartido en Europa y tienen el objetivo de sensibilizar a la población sobre los valores de su propio patrimonio, así como participar en el desarrollo de la conciencia de una identidad europea común, y fomentar la tolerancia hacia otras culturas, históricas o actuales, incidiendo en la necesidad de su conservación y defensa, generando una experiencia cultural compartida que promueva la inclusión y la convivencia, fomentado la creatividad y la imaginación.