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Dentro de la Arquitectura Defensiva en la localidad de Marchena, encontramos La Puerta de Sevilla o Arco de la Rosa que era una de las puertas de acceso con las que contaba el perímetro amurallado de esta localidad.
Parte de la muralla, se encuentra situada al suroeste de la misma, por tanto, al pie de su recinto histórico y monumental.
También conocida popularmente como Arco de la Rosa por una antigua leyenda basada en sucesos acaecidos en la Edad Media, esta puerta y su conjunto son parte de una reconstrucción de la antigua puerta de entrada a la ciudad, realizada en el año 1430, según queda documentada por una bula otorgada entonces por el papa Martín V para proceder a dicha obra.
Está formada por un arco de paso que aparece flanqueado a ambos lados por altas torres almenadas realizadas en mampostería, posiblemente obra de esa misma época, y en los que aún pueden reconocerse restos de almagra.
Hoy se cree que esta puerta pudo ser fruto del sistema de reformas que se llevó a cabo a partir de la citada bula, y que la entrada original del siglo XIII de la muralla, de construcción y período almohade, no se encontraba ubicada en este mismo lugar, sino algo más en el interior hacia el antiguo barrio de San Juan.
Trazada en esviaje, esta puerta aparece desde el exterior enmarcada entre dos altas torres de planta cuadrangular, con un hueco de entrada que presenta un arco de herradura con alfiz, con sus dovelas realizadas en piedra.
Es su parte superior cuenta con una dependencia abovedada, a la cual se llega a través de estrechos arcos de piedra entre los adarves de la propia muralla, y que a su vez sirve de acceso a una plataforma alta almenada.