Como dice Manuel Carreras Díaz, prologuista de Rebujito y otras piezas breves publicado por Atopía Editorial con el apoyo del Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla, “en estas cuatro obritas –el diminutivo alude a su extensión material, propia del teatro breve, y no obviamente a su valoración crítica– que aquí se presentan son en buena medida representativas de los planteamientos y enfoques dramáticos de la autora. Aunque estos son variados merece señalarse, en primer lugar, su interés por la contemporaneidad; el mundo y la gente de hoy son los que principalmente aparecen en sus escenas, incluso con los recursos tecnológicos que nos son -y desde mucho no tiempo- familiares o simplemente conocidos: el desenlace de una complicada situación dramática puede resolverse gracias a una prueba de ADN, una relación establecerse a través de un canal de YouTube, o una vivienda caer en las garras de un fondo buitre”.

Entre la varia y rica actividad creativa de la incansable y prolífica Isabel Martín Salinas – profesora, dramaturga, ensayista, poeta, cantante y dibujante– descuella, al menos para muchos de los que la seguimos desde hace años, su creación dramática, que cuantitativamente en la actualidad ronda la treintena de obras, muchas de las cuales han sido ya llevadas a la escena.