La festividad de Nuestra Señora de Fátima comienza con con la tradicional presentación de los nuevos recién nacidos a la Virgen, el triduo preparatorio y la solemne función principal.

El Domingo, día de la romería, las gentes despiertan con el sonido de los cohetes y el repique de campanas. Tras la misa de romeros cantada por el coro romero de Nuestra Señora de Fátima. la imagen es sacada en hombros hasta la carreta que la portará por las calles. Luego por los caminos hasta “Piedrahinca”, lugar de descanso de la romería. Romeros y romeras ataviadas con trajes de flamenca acompañan a la comitiva.

Momentos emocionantes son la llegada de la Virgen al Ayuntamiento donde es recibida por la corporación municipal, el rezo del Ángelus en la ermita del Juncal y la llegada a la calle que lleva su nombre. Durante el recorrido es costumbre subir a los niños en la carreta para ponerlos bajo la protección maternal de la Virgen de Fátima.

El regreso de la carreta de la Virgen es al atardecer y hace su entrada en el templo, abarrotado de devotos, sobre la media noche, siendo recibida con el canto de la Salve, y con vivas a la Madre de Dios, a la Virgen María y a la Alcaldesa Perpetua.