19:00 horas
Precio
Gratuito
Sobre la adivinación de Cicerón, pensada desde la decadencia de la institución del Colegio de Augures y desde la crisis de la creencia en su solvencia, pretende renovar desde otro punto de vista un lugar para la verdad y la garantía del orden social. Desde actuaciones decisivas para la población como la fundación de ciudades (tal vez su función más notoria) a las previsiones esperables de carácter privado y cotidiano, encuentran los auspicios y augurios en Roma lugares para conceder a la palabra el peso que la valida y legitima.
Se trata de la creación de un dispositivo para el lenguaje de la verdad y la justicia. Desde dicho dispositivo, las señales de los dioses serán proferidas por cuerpos poseídos o interpretadas por los arúspices o los augures: una forma de instaurar el límite de toda ley y de configurar la recta opinión (doxa). La obra consta de dos partes, en la primera, Quinto, el hermano menor de Cicerón, expone la posición más difundida de los estoicos y critica la de los epicúreos. En la segunda expone Cicerón su propia posición. La actualidad, en su dinámica política, conserva aún rasgos de esa relación con la palabra oracular. La creencia y el nihilismo, compatible con su instrumental, también se fabrican en los templos políticos modernos.
Ateneo de Granada. Biblioteca de Andalucía-Biblioteca Provincial de Granada