Todo el día.
Precio
Gratuito.

Dicen que para ver las tres millones de obras que atesora el Museo Hermitage de San Petersburgo, dedicándole apenas un minuto a cada una de ellas, harían falta 11 años. Una misión titánica. Lo que sí está a nuestro alcance es sentirnos como los antiguos zares recorriendo con una sencilla interfaz las opulentas estancias del Palacio de Invierno, edificio central de la colección, con sus refinados salones rococó repletos de tesoros artísticos de todas las épocas. Más que las obras expuestas, impresionan los majestuosos techos artesonados y bóvedas doradas, como las de la Sala de Júpiter, repleta de esculturas de la Roma clásica. Hace falta tiempo para explorar a conciencia los cuatro pisos que nos brinda el museo, aunque merece la pena asomarse a los aposentos de los zares para entender mejor su trágico final y el triunfo de la Revolución Rusa.