Son incontables las iniciativas culturales que estos días se están trasladando desde la calle a casa. Con todos los museos, espacios culturales y monumentos cerrados por el estado de alarma, las administraciones, entidades culturales y particulares animan a quedarse en casa ofreciendo cultura y visitas guiadas a través de Internet.

Las visitas virtuales (que de eso hemos venido a hablar aquí) ofrecen algunas ventajas. La primera: Es el momento idóneo para visitar (sí, desde casa) el museo pendiente desde hace tanto tiempo.

Además, estas visitas virtuales tienen otro aliciente: son prácticamente inacabables. Se puede profundizar todo lo que uno quiera. No es sólo el tour en 360 grados, sino que la mayoría de instituciones ofrecen abundante información complementaria al mero recorrido virtual.

Parque Nacional de Doñana

Quienes prefieren los entornos naturales, pueden matar el gusanillo comprobando en tiempo real qué pasa en Doñana. La Estación Biológica, dependiente del CSIC, tiene seis cámaras permanentemente apuntando a seis puntos del parque (puedes verlas aquí).

El centro de cría del lince ibérico es el primero de ellos: una especie de mirilla indiscreta a la vida íntima de este felino icónico.

Otra, a las pajareras de la marisma.

También a la Torre de Palacio, a Juncabalejo, a Posadero y a Caño de Martinazo.

A falta de visitas presenciales, una buena forma de festejar que ya hace medio siglo que cuidamos de Doñana.