Visitar las Atarazanas de Sevilla es una oportunidad para explorar la historia de la ciudad y apreciar la belleza de este edificio histórico. Además de su importancia arquitectónica, su conexión con la historia medieval y moderna de Sevilla lo convierte en un lugar de interés cultural significativo en la ciudad.

Las Reales Atarazanas fueron construidas en el siglo XIII durante el reinado de Alfonso X de Castilla. Originalmente se utilizaron como astilleros para la construcción y reparación de embarcaciones de guerra, lo que refleja la importancia estratégica de Sevilla como un puerto fluvial en el río Guadalquivir.

Con el tiempo, las Atarazanas dejaron de utilizarse como astilleros y tuvieron varios usos a lo largo de la historia. Fueron utilizadas como almacén, cuartel militar y, en el siglo XIX, como mercado público.

En este momento se encuentran en plena fase de remodelación pero se puede hacer una visita exterior, conocer restos de las atarazanas en el Hospital de la Caridad y realizar una ruta por otros edficios hoy visibles de su contexto histórico dentro de las campañas para el comercio con América desde Sevilla.