PASEANDO POR CARMONA

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A unos 30 kilómetros de la ciudad de Sevilla y por la autovía que comunica Madrid con Cádiz nos encontramos con la ciudad de Carmona, 'Lucero de Europa'.

Vega de Carmona

La fértil vega, dedicada casi en exclusiva al cultivo de cereales; las terrazas, más aptas para la explotación olivarera, y la meseta sobre la que se asienta la ciudad, han compuesto un territorio privilegiado que el hombre ha explotado, sabiendo aprovecharlo desde tiempos inmemoriales.

Una visita a Carmona no es simplemente un recorrido por sus principales edificios y recintos arqueológicos, sino un paseo a través de una atmósfera especial en la que se conjugan desde las iglesias y casas palaciegas, pasando por los mil y un detalles materiales e inmateriales que la ciudad ofrece. Cuando el viajero se detiene en Carmona experimenta ese innegable deseo de conocer mucho más, y esta ciudad te lo ofrece.

Carmona fue en la antigüedad uno de los principales enclaves poblacionales del Bajo Guadalquivir. La ciudad controla las principales vías de comunicación del valle del Guadalquivir y los tres paisajes que constituyen sus fuentes de recursos: Los Alcores, la Vega y las Terrazas. Con numerosos restos de la cultura tartésica, así como cartaginesa como se puede apreciar en las excavaciones del gran bastión actual. De época romana debemos destacar el anfiteatro, así como la necrópolis hoy Conjunto Arqueológico.

Debemos esperar hasta la dominación musulmana para ver transformado el bastión de la Puerta de Sevilla en Alcázar y su palacio interior construido a comienzos del siglo X. La mezquita mayor actualmente desaparecida (derribada en 1425), ocupaba el solar donde se encuentra la Iglesia de Santa María.

Con la llegada cristiana, Carmona vivió años convulsos, debido a que el rey Pedro I restaura el antiguo palacio de la Puerta de Sevilla con nuevos salones y estancias; y también construyó el Alcázar de la Reina. En cuanto a la Carmona Moderna y Contemporánea vemos como la ciudad romana/musulmana se va deteriorando, y la ciudad busca nuevos espacios de expansión, sobrepasando sus murallas. Durante el siglo XVI se construyeron las principales fundaciones monásticas, durante el siglo XVIII, las más bellas casas palaciegas.

UN PASEO POR LA CIUDAD

Iniciaremos nuestro paseo visitando la Necrópolis hoy Conjunto Arqueológico de Carmona. Ubicado en la zona oeste de la periferia de la ciudad, es uno de los conjuntos funerarios más singulares del legado romano. Estuvo en uso durante los siglos I y II d.C y fue descubierta y excavada en los últimos años del siglo XIX por Jorge Bonsor. Entre los hallazgos destacados se encuentran columbarios, tumbas y mausoleos así como ajuares funerarios de mucha variedad y riqueza, monedas, joyas,vidrio, perfumes, objetos de tocador y juguetes. Algunos de esos objetos pueden encontrarse en el mismo museo del Conjunto, así como numerosas muestras de cerámica, urnas, mosaicos y estatuas, estucos y pinturas al fresco extraídas de las propias tumbas. Destacan la Tumba del Elefante y la Tumba de Servilia, dignas ambas de ser visitadas. 

Urna cineraria de piedra

Junto a la Necrópolis se encuentra el Anfiteatro, datado en el siglo I d.C y excavado también por Bonsor y Juan Fernández López. Destinado a luchas de fieras y gladiadores, fue vaciado para aprovechar una concavidad natural del terreno.

Anfiteatro

Siguiendo el trazado de la vía Augusta, nos encaminamos hacia el Paseo del Estatuto en el que se encuentra el Convento de la Concepción, edificio del siglo XVI con iglesia mudéjar. En el interior de la misma, de una sola nave, presenta un interesantes artesonado. Destaca el retablo mayor presidido por la Inmaculada Concepción, del siglo XVI y este espacio alberga una delicada colección de 'niños Jesús' de distintas épocas, donadas por las novicias a su ingreso en el convento.

Continuando la calle llegamos a la Iglesia Parroquial de San Pedro, data, en origen, del siglo XV, aunque será sometida a reconstrucciones y reformas desde el siglo XVI al XVIII. Conserva en su interior una suntuosa capilla sacramental del siglo XVIII de estilo rocalla y atribuida a Ambrosio Vázquez de Figueroa. Su torre conocida como 'La Giraldilla' por su semejanza con la Giralda de Sevilla, se construyó entre los siglos XVI y XVIII y la veleta, que representa una alegoría de la Fe, es obra moderna de Alfonso Berraquero.

San Pedro

Casi a continuación de la citada iglesia, se alza el imponente Alcázar de la Puerta de Sevilla, complejo defensivo cuyo origen se remonta a la época tartésica, siendo modificado, ampliado y reformado por las sucesivas civilizaciones que se asentaron en Carmona hasta el siglo XVIII. Resulta de especial interés el hecho de que en un solo edificio puedan apreciarse con total claridad las diversas superposiciones arquitectónicas: aún se pueden apreciar sillares almohadillados del periodo cartaginés, arcos de medio punto romano y reformas medievales tanto musulmanas, como cristianas. Durante el dominio islámico, entre los siglos IX y XII se añaden el arco de herradura, muros, barbacanas y aljibes, muy apreciables en la visita al Centro de Recepción Turística, imprescindible a este espacio.

Ya entrando en el recinto amurallado, y subiendo por la calle Prim, nos encontramos con la Iglesia Parroquial de San Bartolomé, con estructura del siglo XV y un marcado estilo mudéjar, transformada y decorada durante el barroco. En su interior destaca el retablo mayor del siglo XVIII y la capilla de Nuestro Padre Jesús Nazareno.

Remontando aún más la calle desembocamos en la Plaza de San Fernando, o como se llama en la localidad, Plaza de Arriba. Este espacio ocupa parte de lo que fue el centro en la época romana (aparecieron hace escasos años restos del foro), toda la plaza está rodeada de casas con balcones, ya que durante años en dicho espacio se realizaron actos festivos, taurinos y religiosos.

Plaza de Arriba

En las inmediaciones de la Plaza nos encontramos con la Casa Mudéjar del siglo XVI, cubierta de azulejería; el edificio del Cabildo Viejo (siglo XVI); y el Convento Madre de Dios, del XVI y cuya iglesia, de una sola nave, presenta estilo mudéjar con elementos barrocos posteriores.

El Ayuntamiento ubicado en la antigua casa de los jesuitas, es del siglo XVII y posee en su interior un bello mosaico romano que, pertenece a las termas, representa el ciclo de las estaciones y fue rescatado de unas obras en las calles aledañas.

Contiguo al Ayuntamiento se alza la Real Iglesia del Divino Salvador construida en el siglo XVIII. La que fuera iglesia de los jesuitas alza su poderosa mole sobre la antigua ermita de San Teodomiro, patrón de la ciudad. Con un fallada barroca, aunque con cierto rigor clasicista, está flanqueada por dos torres inconclusas. En el presbiterio se ubica un bellísimo retablo que puede considerarse de los primeros de estética dieciochesca de la comarca. Es destacable la preciosa imagen del Ecce Homo, situada en el muro del Evangelio y salida del taller de Roldán en el siglo XVII.

Volviendo a la Plaza de San Fernando, enfilando la calle Martín López, observamos el grupo monumental formado por la Iglesia Prioral de Santa María, el Palacio de los Rueda, la Casa Palacio de los Aguilar, la iglesia del Convento de las Descalzas y el Palacio del Marqués de las Torres, actual Museo de la Ciudad.

La Iglesia Prioral de Santa María puede considerarse el templo más importante de la ciudad. De estilo gótico y proporciones catedralicias, comienza a construirse en 1424 y se concluye en 1551. Su torre comienza a construirse en el siglo XVI, concluyéndose en el XIX. El edificio se asienta sobre la antigua mezquita aljama de la aún se conserva el patio de las abluciones, conocido como Patio de los Naranjos. En una de sus columnas que sostiene el pórtico de este patio se puede contemplar el calendario litúrgico visigodo conservado desde el siglo V. En el interior del templo destaca un magnifico retablo mayor, obra cumbre del plateresco andaluz, construido por Nufro Ortega y Juan Bautista Vázquez el Viejo. El patrimonio que se conserva en este templo abarca retablos, pinturas como las de Alejo Fernández o Pedro de Campaña, orfebrería, esculturas de Lorenzo de Mercadante de Bretaña, Roque Balduque, Tomás Guisado y Pedro Duque Cornejo. En las dependencias de la iglesia se encuentra instalada la Exposición del Patrimonio Histórico y Artístico de esta iglesia prioral.

Prioral de Santa María

El Palacio de los Rueda, situado junto a la iglesia de Santa María y construido en el siglo XVIII, presenta fachada retablo con dos cuerpos: el primero con columnas toscanas estriadas que soportan entablamento partido, el segundo con columnas jónicas y frontón curvo bajo el que se encuentran las armas de Luis Rueda.

Casa-palacio de los Rueda

Cruzando la calle, encontramos la fachada de la Casa Palacio de los Aguilar, construida en el siglo XVII. Es la casa palacio más antigua de la localidad y antiguamente fue sede del Ayuntamiento. Presenta fachada de dos cuerpos, enmarcándose la puerta en pilastras jónicas, mientras el gran balcón principal se adereza con pilastras corintias rematadas con cesto de frutas y flores.

Muy cerca de allí, con sus torres y puertas gemelas, nos espera la Iglesia del Convento de las Descalzas, con una gran unidad estilista y no menor calidad artística a tono con el renombre de sus supuesto autor: Diego Antonio Díaz. Construida en el XVIII, tiene planta de cruz latina con una sola nave de cabecera plana y crucero con relieves de hojarasca y ángeles. El retablo mayor, al igual que otros retablos del XVIII es de gran belleza artística.

Convento descalzas

La Casa Palacio del Marqués de las Torres alberga hoy en sus salas el Museo de la Ciudad. El edificio, cuyo origen se remonta al siglo XVI, aunque sufrió posteriores transformaciones en el XVIII, presenta en su entrada una importante contraposición del barroco sevillano, acentuando en un frontón donde se inscriben los escudos de armas de sus antiguos moradores. En este museo podemos disfrutar de un recorrido histórico por la ciudad a través de sus salas donde se exiben utensilios y maquetas que atestiguan la vivencia de las distintas civilizaciones que, desde el Paleolítico, se asentaron en Carmona.

Carmona. Casa-palacio marqués de las Torres

En la calle Santa María de Gracia, nos encontramos con uno de los más antiguos edificios de la Carmona medieval, el Convento de Santa Clara, del siglo XVI. La iglesia, a la que se accede por una solemne doble portada de jambas almohadilladas, es de estilo mudéjar y sigue el modelo típico de la capilla monacal propia de la comarca, es decir, planta alargada de una sola nave, cubierta de artesonado y con presbiterio elevado sobre el nivel del suelo, cerrado y con tracerías góticas. Posee una gran torre mirador de estilo barroco con celosías enmarcadas en pilastras toscanas y buhardillas sobre la cubierta de cuatro aguas.

La Puerta de Córdoba debió tener su origen en época romana (siglo I d.C). Al parecer tuvo tres accesos y fue testigo de las encontradas luchas que sostuvo la ciudad contra Enrique II. Sus restauraciones han sido numerosas a lo largo de la historia: empezaron los musulmanes y siguieron los cristianos como lo atestiguan las fuentes. Será en 1800 cuando el arquitecto José Echamorro le concede el aspecto que posee en la actualidad. Trazado a modo de gran arco triunfal, cuenta con un vano único de medio punto, flanqueado por columnas toscanas pareadas entre las que se sitúan dos ventanales ciegos. Sobre ellas corre el entablamento, rematado por una falsa balaustrada, mientras el cuerpo central se corona con otro superior provisto de balcón.

Carmona. Puerta de Córdoba. Autor: Daniel Villafruela

Y ya al borde del Alcor y frente a la fértil vega se encuentra la Iglesia de Santiago, en la antigua collación del mismo nombre y muy cerca de la Puerta de Córdoba. Cuenta la tradición que esta iglesia fue mandada construir por el rey Pedro I entre los siglos XIV y XVI sobre una antigua mezquita que aún conserva su alminar.

Parador de Turismo

En las afueras del barrio de Santiago se alza el Alcázar de Arriba en cuyo recinto se ubica el Parador de Turismo. También llamado el Alcázar del rey Don Pedro es de origen musulmán. Destacan su patio de armas, defendido por tres torres, y la terraza, desde la que se disfruta de una fabulosa vista de la vega.

Cierre: 

Concluimos aquí nuestro paseo, recordando que Carmona “Lucero de Europa” es para visitarla.

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