El 27 de julio de 1556 se firmaba un contrato de una parte, Luis de Luna, vecino de Córdoba en la collación de San Andrés, como patrón y albacea testamentario de su difunto hermano, Juan de Montemayor su hermano y de la otra, Cristóbal de Guerra, cantero y vecino también de Córdoba en la collación de Omnium Sanctorum.