El territorio de Huelva, diversificado y de contrastes, se puede estructurar en 3 grandes espacios naturales: la tierra llana, El Andévalo y la Sierra.
La tierra llana ocuparía las zonas litorales, con unos núcleos urbanos densos y cercanos entre sí, asociados a una economía basada en la agricultura tradicional y a los puertos pesqueros. A partir de los años 60, se produjo un importante desarrollo industrial y turístico.
El Andévalo, ocupa la parte central de la provincia. Sus núcleos urbanos están espaciados entre sí. La minería ha sido su principal recurso y ha sido el factor de atracción o de vacío demográfico, según el auge o declive de esta actividad.
La Sierra, ocupa las estribaciones occidentales de Sierra Morena. Sus nucleos urbanos son pequeños y su actividad económica principal ha sido agropecuaria y forestal.
Administrativamente, durante el Antiguo Régimen, la actual Huelva, parte de la Corona de Castilla, estaba dividida en tierras de realengo, cada vez más recortadas, y de señorío, entre las que destaca la Casa de Medinasidonia. Pero no será hasta 1833, con la reorganización territorial de España en provincias, cuando se conforme territorialmente la provincia de Huelva tal y como hoy la conocemos. Serán sus límites el océano Atlántico, al Sur, la provincia de Badajoz, al Norte y las desembocaduras del Guadiana y el Guadalquivir, por Oeste y Este. La elección de su capital, no sin polémica, recayó en Huelva, creándose 6 partidos judiciales: Huelva, Aracena, Ayamonte, Moguer, La Palma y Valverde del Camino (en principio EL Cerro del Andévalo). Fue a finales del siglo XIX cuando se configuran los 79 términos municipales (en principio 77), no sin disputas y pleitos entre Ayuntamientos.
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