Fecha: 2 de marzo - 1 septiembre de 2024
Espacio: Claustrón Norte
Comisariado: Jimena Blázquez Abascal

ARTISTAS
Maxwell Alexandre, Allora & Calzadilla, Antonio Henrique Amaral, Jonathas de Andrade, Claudia Andujar, Alexander Apóstol, Regina Aprijaskis, Belkis Ayón, Firelei Báez, Waldo Balart, Hernan Bas, José Bedia, Marcelo Brodsky, Tania Bruguera, Fernando Bryce , Teresa Burga, Tania Candiani, Alida Cervantes, Claudia Coca, Carlos Cruz-Diez, Elena Damiani, Sandú Darié, Rubela Dávila, Juan Downey, Juan Manuel Echavarría, Felipe Ehrenberg, Leonor Fini, Julio Galán, Sandra Gamarra, María Teresa Hincapié, Alfredo Jaar, Lucia Koch, Julio Le Parc, Nelson Leirner, Glenda León, Mateo López, Los Carpinteros (Marco Castillo y Dagoberto Rodríguez) , Teresa Margolles, Arjan Martins, Ana Mendieta, Marta Minujín, Priscilla Monge, Moris, Óscar Muñoz, Óscar Murillo, Wynnie Mynerva, Jesús “Bubu” Negrón, María Nepomuceno, Beatriz Olano, Daniel Otero Torres, Nohemí Pérez, Lester Rodríguez, Graciela Sacco, Ana Sacerdote , Doris Salcedo, Ana Segovia, Manuel Solano, Loló Soldevilla, Jaime Tarazona, Sandra Vásquez de la Horra, Alice Wagner

Construir una colección es realizar un viaje sin destino preciso. Es, por encima de todo, una visión del mundo, una urdimbre tejida con la semiótica, evidente u oculta, de los hilos que la conforman. Así, Jorge M. Pérez (1949), nacido en Argentina de padres cubanos, criado en Colombia y residente en Miami desde 1968, empresario y filántropo, cuyo nombre figura en una de las instituciones de arte más prestigiosas de Estados Unidos, el Pérez Art Museum Miami (PAMM), empezó a coleccionar arte desde muy joven porque «no quería perder mis raíces, olvidar mi herencia cultural, mi razón de ser como hispanoamericano y […] para mantener vivo el vínculo con mi tierra».

La exposición Territorios: arte contemporáneo latinoamericano en la Colección Jorge M. Pérez muestra una selección de obras de más de 50 artistas latinoamericanos contemporáneos, un conjunto polifónico que canta a la pluralidad sociocultural latinoamericana gracias a la capacidad que tiene el arte, como generador de imágenes, de recoger e interpretar la dinámica histórica, la memoria y la política, a la vez que señala aquello que, por pertenecer al alma humana, es inmutable, universal, más allá del espacio y del tiempo.