Hijos de Melilla (Ulad el Milili) en el recuerdo

Filomena Romero

En su poemario, Filomena Romero ha ido depurando y domeñando un lenguaje inserto en una opción estilística fuera de cualquier automatismo, alejándose del riesgo de caer en la palabrería huera, en el vano rebuscamiento, en la sobresaturación, insistiendo más bien en la necesidad de llegar al fondo de las cosas, a los cimientos de la construcción poética, a la raíz de su música para dotar de sentido a la vida y al mundo desde esa ventana de lo cotidiano. Melilla, de este modo, se irá deslizando en sus versos desde todos los espejos de la memoria. La memoria es un recipiente donde los significados desbordan los límites de la emoción. También es el lugar donde el discurso poético se manifiesta al margen de lo específico. Dicha ambivalencia confluye en lo que importa; es decir, en ir creando una especie de río circular, un itinerario descriptivo, envolvente, de factura sencilla, donde el sentido del homenaje, la familia, los amigos, o los lugares transitados por los recuerdos de la infancia, intentan imponer una determinada impronta en su universo lírico, como si las torrenteras de sus inquietudes estilísticas se hubieran remansado en un decir más próximo y directo, alejándose de la abstracción filosófica e incidiendo, más bien, en la sustancia de la añoranza y la melancolía. Antonio Abad

Ciudad Autonoma de Melilla
Poesía
Adulto

Filomena Romero