Con la concepción de que la historia es cíclica, Jonás nos alerta de que, aunque no totalmente conscientes de la situación actual, ésta no será la última crisis, dado que el ser humano no termina de aprender del pasado. El exiliado, personaje obligado a abandonar su ciudad, sus familiares y amigos, con la esperanza de encontrar un futuro mejor. La costurera simboliza la situación laboral en precariedad, de como salir hacia delante con la única herramienta disponible. La extirpada refleja los estados anímicos de una persona que ha perdido su hogar, su recuerdo y su refugio, como son el desasosiego, la ira, la rabia, la locura, la aceptación... Con el vídeo Un hombre miserable 4.0 reproduce el día a día de una persona que todo lo tuvo y lo ha perdido todo, pero para burlar a la realidad recrea todos los días la rutina que acostumbraba a tener, y así, poco a poco abandonarse en persona, hasta caer consciente en la pura realidad.

Fotógrafo, casi por necesidad, el artista utiliza su cámara como medio de expresión para hablar sin palabras. Y para ello, en cada proyecto ha empleado sistemas diferentes para adecuarse a cada historia, como las tonalidades de color, la ambientación, los escenarios, etc., que representa en series de 7 fotografías para que cada proyecto fotográfico se pueda visualizar a modo de película, ya que sus fotografías están cargadas de narrativa que conectan la una con la otra. Fotógrafo desde sus inicios y cineasta posteriormente, Jonás Torres no puede evitar unir sus dos pasiones, creando historias con su cámara de fotografía. Su intención final es abrir una brecha en la mente del espectador, y no dejar indiferente.

El catálogo que acompaña a la exposición contiene el texto de Natalia Vearr Mudo muestro mis imágenes.