FICHA ARTÍSTICA:

David Lagos, voz

Alejandro Rojas-Marcos, piano y clavicordio

Juan M. Jíménez, saxofón

Junto al metal inconfundible de su voz, David Lagos posee un enorme conocimiento de las fuentes del flamenco y una sabiduría que no deja de aumentar debido a su inquietud y a su constante investigación.

Pero frente a otros grandes y sabios cantaores flamencos, él ha madurado su mundo sonoro y su capacidad expresiva –porque el flamenco como arte escénica tiene que hablarle al corazón del espectador- encima de los escenarios. Y ello, en gran medida, gracias al diálogo, siempre aceptado y propiciado, con otros músicos y, sobre todo, con bailaores y bailaoras.

Figuras como Israel Galván, Isabel Bayón o, últimamente, David Coria, lo han colocado en ocasiones en tesituras poco frecuentes para un cantaor tradicional. Contextos en los que el jerezano nunca ha sido comparsa, sino que se ha comprometido hasta las últimas consecuencias.

Así, con la jondura que lo caracteriza, Lagos no ha dejado de renovar su lenguaje musical y de reafirmar valientemente su compromiso con el mundo en que vive. Un compromiso ya presente en su anterior disco, Hodierno, y en el premiado trabajo escénico que surgió de él: ¡Fandango!

Cantes del silencio, su cuarta obra discográfica y el complejo y hermoso espectáculo que lo hace presente frente al espectador, con la ayuda del historiador y antropólogo Miguel González se adentra en el terreno de lo narrativo para salvar del olvido vergonzosos episodios de la historia andaluza. Con la colaboración en la puesta en escena de David Coria y la complicidad musical de Alejandro Rojas-Marco y Juan M. Jiménez, temas como El miedo, De Málaga a Almería o El Sur tiene su Guernica quedarán para siempre impresos en el oído, la retina y la memoria del espectador.