De LUCÍA CARBALLAL Dirección: ISRAEL ELEJALDE Con MAR SODUPE y FRANCESC GARRIDO

UNA OBRA QUE ABORDA LOS LÍMITES ENTRE LA ADMIRACIÓN Y EL AMOR, EL ÉXITO Y EL TALENTO, EN UN MUNDO EN EL QUE NUESTRO VALOR PARECE VINCULADO AL DE NUESTRO TRABAJO A NUESTRA CAPACIDAD PARA ENUNCIARNOS CON MÁS FUERZA QUE LOS DEMÁS.

En palabras de Israel Elejalde, director de la pieza, Lucía Carballal es una de las voces más poderosas de nuestra dramaturgia actual. Desde su aparición con Mejor historia que la nuestra en el Teatro Lara le sigo la pista. Sus obras A España no la va a conocer ni la madre que la parió –escrita junto a Víctor Sánchez– y, sobre todo, Los temporales, fueron la razón por la que El Pavón Teatro Kamikaze decidió concederle la I Beca de Dramaturgia Contemporánea en el año de nuestra apertura. La resistencia es el resultado de esa beca y es, a mi parecer, la mejor obra de esta joven autora. En el medio escribió también Una vida americana, texto que se ha estrenado en la sala Galileo recientemente con gran éxito de crítica.

Un teatro en el que encuentro ecos de la mejor tradición del teatro inglés: estructuras aparentemente clásicas, buenos diálogos; personajes complejos, inteligentes y bien definidos, conflictos que huyen de lo obvio, sentido del ritmo.... Un teatro que busca confrontar la realidad y ahondar en aquello que nos inquieta y duele.

Antes he dicho que La resistencia es el mejor texto de Lucía, pero también puedo decir que es el mejor texto que he leído, con diferencia, este año….

En esta obra dos novelistas, Mónica y David, se citan de madrugada en un restaurante vacío. Ambos rondan los cincuenta, a estas alturas ya saben cuál es el lugar que han alcanzado como escritores. Más importante aún: después de años siendo amantes, también saben qué lugar ocupan el uno para el otro. Y en ambos campos de batalla –la literatura y el amor– sus posiciones son desiguales.

Mientras Mónica lucha por ser reconocida como escritora, David disfruta de un prestigio ya consagrado. ¿Pero qué sucede en el interior de su relación?, ¿Acaso ese desequilibrio no es un reflejo de una desventaja más íntima?, ¿Cuáles son las grietas por las que el exterior ha comenzado a teñir la mirada del uno sobre el otro?

La última novela que David ha escrito –inspirada en su pareja– obligará a Mónica a servir su propio relato acerca de una relación por la que quizá ha pagado un precio demasiado alto. En definitiva, ahora será ella quien elija las palabras y quien deba sostenerlas en el embate con David, poniéndose en juego dos visiones del amor y del mundo. Ambos habrán de asumir las consecuencias pues, tal y como Mónica se atreve a decir: Las palabras provocan acontecimientos. Pero no por eso debemos temerlas.

La resistencia es, en definitiva, el esfuerzo de un amor por sobrevivir a su propia verdad.