Pablo Moreno Verdulla.
Coordinador TIC, miembro del Equipo de Apoyo de la BECREA del IES Astaroth de Rota (Cádiz).

E - mail: pmverdulla@gmail.com

 

En los últimos años nuestras bibliotecas han experimentado todo un proceso de renovación en el que la apuesta por las TIC y las TAC han marcado un punto de inflexión en los centros. Aunque, a pesar de los esfuerzos de promoción por parte de la Junta de Andalucía y la implementación de la BECREA y el uso de Rebeca, la innovación y las nuevas propuestas aún no han aterrizado por completo en el ámbito educativo.

La Junta de Andalucía, desde las Nuevas dinámicas para la biblioteca en la sociedad red (2013), nos insta a emplear la biblioteca como un lugar para el encuentro, la relación y la vida, “al servicio del desarrollo, del desarrollo personal, social y académico del alumnado”. Para conseguirlo, uno de los cambios que precisa la escuela es apostar por la creatividad como eje vertebrador y desencadenante de los distintos saberes y habilidades del alumnado. Cabe plantearse ahora en qué consiste la creatividad y de qué modo puede impulsarse desde la biblioteca.

La creatividad es uno de los conceptos que más revisiones ha recibido a lo largo de los años hasta el punto de haber sido estudiado desde diferentes disciplinas: sociología, psicología, didáctica, antropología…

Partiendo de las ideas de Guilford (1950), Ulmann (1972) y De la Torre (1991), podemos definir la creatividad en términos de habilidad, innovación, adaptación y transformación. Se trata de una de las actividades más complejas del ser humano,  que estimula el pensamiento y permite al ser adaptarse a cada situación de manera fructífera.

La educación atraviesa hoy momentos de especial inseguridad ante los constantes cambios que experimenta la sociedad. Los docentes buscan herramientas y metodologías que favorezcan la enseñanza-aprendizaje de contenidos, olvidando el proceso o el desarrollo pleno de la personalidad y otros saberes humanos. Fomentar la creatividad en las aulas permite solventar esa sensación agridulce de que el discente no disfruta con lo que hace y, con ello, no logra involucrarse por completo en las actividades que se le presentan. Es posible ser creativos en todas las materias y ámbitos.

Para poder innovar es necesario trasgredir los valores, la ruptura de los espacios y los tiempos. La biblioteca es un excelente lugar para impulsar el aprendizaje significativo desde una perspectiva cultural que conecte los distintos saberes del ser humano.

Promover la comunicación y la creatividad es tarea de toda la comunidad educativa. Docentes, familiares y alumnado conviven en un ecosistema múltiple que hace del centro un enjambre de relaciones sociales.

La creatividad debe comenzar con el docente, en el momento en el que decide innovar, empleando nuevas técnicas y estrategias que favorezcan un proceso de enseñanza-aprendizaje que emplee la creatividad como herramienta para la construcción de los saberes y la propia personalidad del alumnado. Implicar a los familiares es una estrategia válida para trasladar al discente la importancia de  crecer a partir de actividades lúdicas que impulsen su espíritu creativo.

Para poder impulsar la creatividad desde la biblioteca es necesario, en primer lugar, tener presente que este es un espacio para la reflexión y la lectura, pero también para el encuentro y el descubrimiento del saber. Parece recomendable apostar por actividades que fomenten la libertad creadora, la flexibilidad en los tiempos de aprendizaje o el apoyo a la forma en la que se descubren, reciclan y construyen las ideas.

A continuación se planteará una batería de actividades que sirva de ejemplo y estimule a docentes y familiares a hacer de la creatividad una constante en su práctica diaria.

1. Nuestra biblioteca. Todo cambio necesita un comienzo y el nuestro pasa por convertirla en un lugar atractivo para todos. Desde diseñar cartelería hasta consensuar la decoración o promocionarla a través de las redes sociales. Todo vale y todos pueden participar. Es uno de los propósitos que nos marcamos para el futuro próximo. Está dirigido a toda la comunidad educativa y ya se han realizado experiencias piloto entre el alumnado del Programa de Mejora del Aprendizaje y el Rendimiento, que se encargaron de decorarla coincidiendo con las efemérides de Juan Ramón Jiménez o Miguel de Cervantes.

El IES Torre Atalaya (Málaga) es un ejemplo de hasta dónde puede llegar la creatividad para decorar una biblioteca.

2. Itinerarios lectores. Muchos centros de la comunidad andaluza apuestan por la creación de recorridos literarios en los que el alumnado vaya acercándose al universo lector desde el disfrute y la formación literaria. Puede instarse al alumnado a diseñarlo desde su propia experiencia, haciendo de ellos un producto vivo, y creativo.

Centros como el IES Virgen del Carmen (Puerto Real, Cádiz) o el IES Vega del Guadalete (La barca de la Florida, Cádiz) son excelentes ejemplos de creatividad en grupo.

3. Meriendas literarias. Si se concibe la biblioteca como un espacio abierto para todos, ¿por qué no disfrutar de la compañía de la lectura aderezada con dulces, bizcochos y té? Bien programadas, pueden ir acompañadas de recitales o narración de las creaciones literarias del alumnado, la familia o el profesorado relacionadas con la temática que se establezca.

He tenido la oportunidad de vivir esta experiencia en centros como el IES Trafalgar (Barbate), donde la colaboración se llevó a cabo entre los distintos departamentos lingüísticos y los familiares del alumnado o el IES Astaroth, en el que se sustituyeron las lecturas por Villancicos bilingües y se implicó todo el ámbito educativo. En ambos casos, los familiares  terminaban uniéndose a los villancicos o a la lectura, que eran aderezados con la labor del departamento de Música.

4. Actualización del clásico. ¿Y si Salva enloqueciera de tanto jugar al Super Mario y se creyera una especie de Don Quijote nintendero? ¿Y si Lucía tuviera siete amos como un orador del Cuarto Milenio, un diseñador gráfico, una empleada de telecomunicaciones…? Podemos reinventar el clásico y convertirlo en un producto actual, siempre respetándolo como parte del patrimonio cultural. Se trata de una actividad muy divertida que siempre da buen resultado. 

Esta experiencia se ha convertido en una constante en 3º de ESO en el IES Astaroth y tiene lugar a finales del tercer trimestre convirtiéndose en una excelente estrategia sintetizadora. Se comienza con una lluvia de ideas acerca de los clásicos que se han visto a lo largo del curso y se crean grupos heterogéneos que trabajan el guión, preparan los materiales y se encargan de dar vida a los personajes, adaptándolos a la realidad actual.

5. Heroínas del mundo moderno. En la línea de la actividad anterior, nada impide pensar que una princesa sea aventurera, un príncipe cobarde… Podemos reescribir  los cuentos tradicionales invirtiendo los roles de los personajes para reflexionar sobre la igualdad de género y dar rienda suelta a la imaginación creativa…

Esta actividad ha sido impulsada desde el departamento de Orientación de nuestro centro y suele tener lugar dentro de la semana contra la violencia de género, o bien el 8 de marzo, día de la mujer trabajadora.

6. Del libro al cómic. No es algo nuevo que una película o un libro se convierta en una historia gráfica. Esta actividad, que impulsa la interdisciplinariedad, implica una gran capacidad de síntesis y todos pueden participar para crear nuestro cómic o historieta.

Esta actividad es una de las favoritas entre el alumnado de 1º de ESO y ya son varios los años que se ha repetido. Se trabaja en varios tiempos: desde la asignatura de Lengua Castellana y Literatura se explican los elementos de la narración: narrador, personajes, tiempo, espacio y acción.

En el aula de plástica se trabajan aspectos como la distribución del espacio, la separación en viñetas y el diseño del cómic. En ocasiones, hemos probado la experiencia digital y es muy satisfactoria. Para ello, podemos acudir a herramientas digitales como Strip Generator, Pixton, ToonDoo o Storyboard That cuyo uso es relativamente sencillo y accesible para el alumnado.

7. Binomio fantástico. Rodari (1983) nos invita a crear historias a partir de la combinación de dos palabras que, aparentemente, no tienen relación. Por ejemplo, la historia del teléfono móvil que descubrió la cura contra el SIDA. La experiencia en nuestro centro demuestra que en la sencillez está también la creatividad.

8. La gymkana lectora. En esta ocasión, le toca al profesorado ser creativo. Los clásicos, la literatura de la adolescencia y la juventud, incluso las enciclopedias están ahí para que las conozcamos. Los docentes crearán un elenco de pruebas que impliquen redescubrir la biblioteca desde un punto de vista lúdico. 

Desde la biblioteca del IES Astaroth se impulsó la lectura de La Odisea por medio de un test en el que los alumnos debían responder cuestiones relacionadas con la obra y que, guiados por el docente, encontrarían la respuesta por la biblioteca o incluso algunos lugares del centro. Al repetir la experiencia, esta gymkana se amplió, dando voz a los libros que nunca se olvidan, rememorando los clásicos y encontrándolos a través de la literatura de  juventud en forma de textos o referencias que ayudaban al alumnado a hallar las respuestas.

9. Bibliotecas temáticas. La biblioteca es un lugar excelente para celebrar efemérides. Este año el IES Astaroth, al completo, apuesta por la mejora de las competencias clave por medio de un proyecto que implica a toda la comunidad educativa. Desde todos los departamentos se impulsa el descubrimiento de la cultura medieval: creación de escudos y estandartes familiares, diseño de vestimenta, teatro de marionetas… La idea es convertir el centro en todo un castillo medieval, dentro de las posibilidades. Y la biblioteca se engalanará a finales del trimestre con paneles de piedra, atriles y las vidrieras de un monasterio de la época.

Estas experiencias son solo un ejemplo, en cualquier caso, es necesario un cambio de mentalidad en el ámbito educativo, comenzando por el profesorado y la familia. En palabras de Dabdoub (1997):

" En el aula el profesor y en casa el padre de familia se convierten en jardineros que requieren conocer cuáles son las condiciones precisas de temperatura, humedad y nutrientes que  requieren los niños y jóvenes para florecer como seres creativos y autorrealizados. Incorporar la creatividad a la vida cotidiana en la escuela y al currículum es indispensable para favorecer la formación integral de los estudiantes, en lugar de considerarla como algo adicional."

A lo largo de estas páginas se ha intentado mostrar la importancia de motivar la creatividad en los centros educativos. Se trata del andamiaje de todos los saberes y, empleado correctamente, constituye el elemento clave para el desarrollo de la enseñanza y aprendizaje de todas las materias.  

 

---

AAVV (2013). Nuevas dinámicas para la biblioteca en la sociedad red. Sevilla: Junta de Andalucía, CEDCD, Dirección General de Innovación Educativa y Formación del Profesorado.

Dabdoub, A. L. (1976). Creatividad: conceptualización y alguna investigaciones concernientes. Madrid: Universidad de Santiago de Compostela.

De la Torre, S. (1991). Evaluación de la creatividad. Madrid: Escuela Española.

Guilford, J.P. (1950). “Creativity” en American Psychologist, 5, pp. 444-454.

Mendoza Fillola, A. (coord.), (2012). Leer Hipertextos. (Del marco hipertextual a la formación del lector literario). Barcelona: Octaedro.

Rodari, G. (1983). Gramática de la fantasía. Barcelona: Argos Vergara.

Ulmann, G. (1972). Creatividad. Madrid: Rialp.