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Literatura infantil y juvenil

Literatura infantil y juvenil

Existiríamos el mar

Existiríamos el mar

Una novela diferente y necesaria para comprender el mundo actual e intentar transformarlo

 
  • Título de la obra reseñada: Existiríamos el mar
  • Autora: Belén Gopegui
  • Editorial: Random House
  • Fecha de edición: 2021
  • Páginas: 297
  • ISBN: 978-84-397-3929-6
  • Edad recomendada: jóvenes de Bachillerato o FP, a partir de 16 años
María del Pilar Mesa Arroyo | Responsable de la Biblioteca escolar del IES Emilio Muñoz de Cogollos Vega

Belén Gopegui nació en Madrid en 1963. En 1993, la editorial Anagrama publicó su primera novela, La escala de los mapas. Siguieron, entre otros títulos, Tocarnos la cara (1995), La conquista del aire (1998), Lo real (2001), El lado frío de la almohada (2004), El padre de Blancanieves (2007) y Deseo de ser punk (2009), todos ellos publicados recientemente por Debolsillo. Literatura Random House ha publicado Acceso no autorizado (2011), El comité de la noche (2014) y Quédate este día y esta noche conmigo (2017). Rompiendo algo (Ediciones Universidad Diego Portales, 2014; Debolsillo, 2018) reúne una selección de sus artículos y ensayos. En 2021 publica Existiríamos el mar.

La novela está estructurada en tres partes y distintos capítulos, en torno a cinco personajes principales, de unos cuarenta años, que viven juntos en un piso compartido por necesidad y por su forma de ver el mundo. 

Los personajes principales son personas que creen en lo colectivo. Algunos de ellos son delegados sindicales, otros participan en el centro social del barrio. La necesidad y el valor de la colectividad y la compañía aparecen a lo largo de toda la novela en palabras como las siguientes: «un saludo enérgico y alegre, una mirada cómplice, incluso un amago de tristeza compartida, abre paisajes entre las estanterías». (p. 28).

La protagonista de la novela es Jara, no tiene trabajo y vive en vilo. En palabras de la propia novela “no es un personaje mítico” (p.31) sino que terminó rindiéndose a las enormes dificultades en el mundo académico y laboral inestable. Algo que le podría pasar a cualquiera. De ella se dice:

Jara es una perseguida y le persigue el paro, y le persiguen sus dificultades, y el paro hace que sus dificultades crezcan, y los trabajos que ha tenido y que no ha podido soportar, también. (p.36).

Una de esas dificultades que le suceden a Jara es, por ejemplo, que a ella su situación de desempleada le hace rehuir de la gente e intentar evitar que los desconocidos le pregunten por su situación laboral. Cuando conoce a alguien: «Jara piensa, casi reza: “Que no me pregunte, por favor, que no me pregunte». (p.133).

No solo eso, sino que se representa la situación de las personas desempleadas, la cual les impide «ser», la madre de Jara, Renata, dice: «A Jara el paro, como a otras personas les pasará con sus trabajos, no les dejaba ser». (p. 47).

La novela es una reflexión sobre las personas desempleadas que, como sabemos, son un alto porcentaje de población, en nuestro estado y en nuestra comunidad.  En el estado, con datos de octubre de 2021, tenemos un 14,5% de personas desempleadas. En Andalucía, un 22,4%, de acuerdo con datos del tercer trimestre de 2021.

Sin embargo, este tema resulta tabú y no se aborda en casi ningún ámbito. De hecho, en esta novela se muestra cómo no hay ninguna organización que se encargue o en la que se puedan asociar los desempleados/as. Jara plantea la necesidad de que se cree un sindicato de personas paradas y hay otro personaje que propone a la delegada sindical, Camelia, la creación de una asociación denominada «Stop despidos» igual que ya existe «Stop desahucios» para las personas a las que echan de sus casas.

En el terreno literario, podríamos entroncar el tratamiento de esta cuestión con libros como la novela gráfica de Isaac Rosa, Tu futuro empieza aquí y con la novela Recursos inhumanos de Pierre Lemaitre (convertida en una miniserie televisiva, Recursos inhumanos, protagonizada por el exfutbolista Eric Cantona). Recientemente, también en el ámbito cinematográfico con la película El buen patrón de Fernando León de Aranoa con numerosas nominaciones a los premios Goya y candidata al Óscar.

En este sentido, la novela nos recuerda algo obvio que, sin embargo, no estamos acostumbrados a oír, que no hay trabajo para todos/as: «tampoco encuentran trabajo, simplemente porque no hay trabajo para todas las personas». (p. 145).

Además, se reflexiona en la novela acerca de cómo deberían ser los trabajos:

Hay que cambiar muchas cosas, piensa Ramiro, para que cada trabajo tenga sentido. Y no todos los trabajos tienen que ser profundos; la parte material del mundo cuenta. (p.25).

Un personaje secundario de la novela también describe la realidad de la precariedad laboral que ha sufrido su hijo, que no es muy diferente de la que sufren muchos jóvenes:

Pero mi chaval está desesperado. Lleva cinco años de reponedor, contratos temporales, paro, cada vez les pagan menos. Ha intentado cambiar y lo que encuentra es parecido. Nunca ha hecho nada que tenga que ver con lo que le gusta, con lo que sabe hacer. Nunca nadie le ha dado una oportunidad. Como muchísimos parados más, ha perdido toda esperanza. (p.41).

También se muestra en el libro cómo se ofrecen empleos sin contrato legal y se hace una crítica al sistema y a la sociedad actual en distintas reflexiones de los personajes: «Porque la vida debería ser otra cosa». (p.40) y «no queremos vuestra riqueza para imitaros, ni vuestro pequeño y cobarde sentido común, queremos empezar a vivir con otras reglas». (p. 121).

Se reflexiona, por lo tanto, sobre el trabajo y la falta de este, los perjuicios que conllevan ambas situaciones para el desarrollo del «ser»: «Piensa que solo los rentistas pueden permitirse el apartamiento para el cultivo del ser, y entonces ese apartamiento requiere haber acumulado mucho trabajo ajeno». (p. 271).

Se hace referencia también en un momento determinado a los inmigrantes que se juegan la vida en el mar para «ser», reflexión que nos recuerda al libro que relata experiencias de inmigrantes, Solo vivir de editorial Millenium de Sara Montesinos y Martí Albesa:

«sentir que eres». Esa necesidad tan abstracta y tan real, al principio, le parecía un capricho de privilegiados, pero hay cientos de miles de personas que arriesgan su vida para cruzar mares sin nada y no es solo por hambre, es también porque quieren sentir que son, que en el corto espacio de una vida han respirado y han tenido su pequeña luz propia (p. 47).

Otro tema que aborda la novela es el de la diversidad sexual, Hugo, es homosexual, de él y de su relación con sus compañeros de piso se dice:

Hugo encontró en Martín de Vargas 26 una forma de estar, un campamento base donde no se le pedían definiciones y donde no hacía falta tener una pareja para intentar el futuro acompañado. (p.29).

Como vemos, se cuestiona la imposición de etiquetas por parte de la sociedad así como la convención social de tener pareja a cierta edad. Sobre Jara también hay un narrador ominisciente que afirma que: «A Jara no le ha resultado fácil librarse de las etiquetas». (p.84).

Otra cuestión que aborda Gopegui, igual que en una novela anterior como es El padre de Blancanieves (también recomendable para trabajarlo en Bachillerato o FP) es que, aun encontrándonos bien o teniendo una situación económica estable, hemos de cuestionarnos todo y preocuparnos por los demás y sus dificultades porque cualquiera en cualquier momento puede sufrir:

en general, el colchón económico altera la percepción de la realidad […] Supongo que la realidad no te ofrece resistencia. Entonces te crees que la eliges. (p.77).

¿Quién no tiene una diferencia, quién no tiene un dolor, un agujero, un daño recibido? ¿Quién no padeció violencia u omisión, a quién no se le clava aquel recuerdo, quién no tiene una uña menos, un dedo menos, una herida más, una energía sobrante y sin destino, una deuda imposible de saldar? ¿Quién no tiene un si hubiera, un tal vez, una instrucción perdida dentro de la sangre, a quién no le espera un fantasma para beber un tercio de cerveza o un vaso de leche? Y cada persona se ahoga en su tempestad, en su vaso de agua, mide su sufrimiento y cree con insolencia poder decir cuándo, e incluso cuánto, una vida ajena merece o no la pena ser vivida, olvidando que a los humanos, con respecto al merecimiento, solo les ha sido dado conocer algo sencillo y sin embargo duro e intrincado en su proceso: ninguna vida debería sostenerse en el daño de otras. (p.276).

Asimismo, la actualidad del libro hace que aborde la cuestión de la pandemia por la Covid-19 y sus consecuencias, lo cual nos permitirá trabajar con el alumnado su situación tras esta:

Durante el primer confinamiento fue como si recordásemos el principio: qué necesitamos, qué nos importa, que debemos y que no debemos hacer. Hasta que llegó el día siguiente. La inercia con levísimas correcciones. Y tanta gente solidaria desde su rincón sigue diciendo «No puedo más», pero nunca a la vez, ¿por qué no logramos decirlo a la vez? (p.130).

Como hemos podido observar, se reflexiona por las consecuencias sociales positivas y también negativas de la pandemia así como, una vez más, sobre la dificultad de superar el individualismo para colectivizar el sufrimiento y poder emprender proyectos comunes.

La novela es realista y nos plantea cuestiones que cualquier persona comprometida que se plantee comenzar a intentar cambiar las cosas desde su lugar o su entorno se preguntaría como, por ejemplo, que en la vida real es más difícil identificar cómo actuar y cuándo que en una película, una novela o en una situación histórica ya pasada y clara: «Vivir sería más fácil si el sentido de la vida se jugara en unas pocas decisiones arriesgadas, dramáticas, y no en quinientas decisiones menores cada semana». (p. 143).

Asimismo, se explicita una necesaria reflexión sobre la literatura y la ficción: «El mundo de las historias que se cuentan no coincide con el mundo de las historias que suceden». (p.29).

El libro, además, contiene poemas que escribe Hugo, uno de los personajes, con ello podemos tratar con nuestro alumnado la importancia de la escritura para expresar.

No queremos destripar más la novela, lean el libro, merece la pena y es muy necesario y recomendable para nuestros/as jóvenes, para que comprendan el mundo actual, y para que encuentren respuestas a cuestiones y dilemas que nos plantea la sociedad actual.

El 26 de noviembre de 2021 Belén Gopegui participó en el Seminario internacional Juan Carlos Rodríguez, «Ideología y Literatura tras el 15M» organizado por Jesús Ambel junto a Ángeles Mora, David Becerra y Nieves Muriel.

En este seminario Gopegui afirmó que no escribiría lo que escribe sino hubiese leído a Juan Carlos Rodríguez. Esbozó algunas líneas de trabajo para construir otra narratividad evitando una narrativa sin conflicto, renunciando a la forma y al pensamiento, en la que se diga que nos hieren pero también quién lo hace, teniendo cuidado con la mera autoficción y con el «porque lo expreso ya vale». Con Existiríamos el mar, desde el título ya afirmó tratar de dislocar la sintaxis y el sujeto que narra, utilizando también lo que Brecht denominaba «viejas cosas» como el narrador omnisciente.

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