Tecnología en el aula de educación infantil: pros y contras

Daniel Molina Martín | CEP Marbella-Coín

Existen numerosas investigaciones sobre el uso de dispositivos tecnológicos en la educación infantil y el impacto que puede tener en el desarrollo cognitivo y socioemocional de los niños y niñas. Sin embargo, aún persisten algunas preguntas sin respuesta y un cierto debate sobre esta cuestión. Mientras algunos estudios y especialistas advierten de los peligros y daños que puede ocasionar en el desarrollo cognitivo, lingüístico y socioafectivo en el alumnado de Educación Infantil, otras investigaciones sugieren y argumentan algunas ventajas de la incorporación de la tecnología en el aula. 

En el presente artículo se analizan algunos argumentos de una y otra postura, de quienes advierten de los peligros, e incluso desaconsejan completamente el uso de tablets y otras tecnologías avanzadas en el aula, y de quienes sugieren la necesidad y la oportunidad de introducir estas tecnologías que, al fin y al cabo, forman parte de la cotidianidad del niños y niñas. Abordaré el artículo desde un punto de vista científico, tomando como referencia algunas de las investigaciones más recientes y de autoridad al respecto. 

Los daños irreparables del y uso y exceso de la tecnología en educación infantil

Desde una perspectiva neurocientífica podríamos comenzar extrayendo algunos argumentos en contra del uso de la tecnología en las aulas de educación infantil. 

1. Necesitamos la manipulación de objetos para que se produzca un adecuado desarrollo cognitivo. Desde los argumentos del neurocientífico italiano Antonio Damiasio en “El error de Descartes” que sostiene la importancia de las percepciones sensoriales para el aprendizaje y el desarrollo, hasta recientes investigaciones que relacionan la manipulación de objetos con el aprendizaje y el desempeño de funciones cognitivas, son numerosas las evidencias sobre la necesidad de manipular objetos y herramientas. Por ejemplo, en el estudio “Active Learning Increases Children 's Cognitive Flexibility" (2012) se concluyó que los niños y niñas que involucran movimiento y manipulación de objetos presentaban mejor rendimiento en tareas de pensamiento espacial y matemáticas tras estas actividades. Otro estudio del 2018 “Hands-On Learning Improves Critical Thinking Skills” investigó los efectos de las actividades táctiles en los procesos cognitivos y encontró que los que interactuaban en el aula con objetos tenían mejor rendimiento en la resolución de problemas, en creatividad y el pensamiento crítico en comparación con aquellos que no tenían acceso a actividades que involucraban la manipulación de objetos. 

2. El uso excesivo de los dispositivos tecnológicos en la educación infantil puede tener efectos negativos en el desarrollo cognitivo, social y emocional de los niños. Por ejemplo, algunos estudios sugieren que el uso excesivo de pantallas puede afectar el desarrollo del lenguaje, el vocabulario y la atención en la infancia. Además, también existe la preocupación de que el uso excesivo de la tecnología pueda llevar a un retraso en el desarrollo social y emocional. Además, puede limitar la capacidad de los niños para interactuar con otros en situaciones sociales y, en consecuencia, reducir su capacidad para desarrollar habilidades socioemocionales como la empatía, la regulación emocional y la resolución de conflictos. En concreto, resulta muy interesante el artículo “Screen Media and Emotional Regulation in Infants and Toddlers" publicado en la revista Pediatrics que revisa la literatura existente sobre el impacto de la pantalla en el desarrollo socioemocional de los más pequeños. El citado artículo concluye que el uso excesivo de pantallas puede tener efectos negativos en la regulación emocional. Afirma que una exposición prolongada a las pantallas, puede afectar a las áreas cerebrales relacionadas con el lenguaje y la regulación emocional, además de afectar negativamente al sueño y bienestar social, emocional y cognitivo. 

3. El uso excesivo de la tecnología puede afectar a la menor capacidad de atención y concentración en situaciones que no involucren pantallas e incluso podría llevar a algún tipo de adicción. Los sistemas de recompensa inmediata y fácil a través de estímulos acústicos y visuales de algunos dispositivos electrónicos interactivos generan liberación de dopamina. Sabemos, como sostiene el reconocido endocrino y profesor de la Universidad de California, Robert Lustig (2015), que un exceso de dopamina daña a la neurona, y esta, para protegerse, reduce los receptores de dopamina. Al producirse esta reducción de receptores de dopamina, el sujeto percibe menos los efectos placenteros de la dopamina, y comienza a solicitar una mayor dosis de estímulos para percibir la sensación de placer producida por la liberación dopaminérgica. Es así como se inician los procesos adictivos. Al mismo tiempo, la velocidad e hiperestimulación de estos juegos o experiencias digitales hacen que luego la realidad parezca lenta, y el estudiante se sienta poco estimulado a explorar el mundo y pierda fácilmente la atención y el interés. 

4. La educación en general y la educación infantil en particular tiene que cumplir unas funciones compensatorias. A nadie se le escapa que nuestros niños y niñas viven en una sobreexposición a pantallas y tecnologías, en detrimento de experiencias de juego social con grupos de iguales, experiencias sensoriales como manipulación de barro u otros objetos no tecnológicos. Considerando este análisis algo más o menos generalizado, podríamos concluir que efectivamente la escuela debería compensar este exceso, proponiendo a los estudiantes más actividades de manipulación de objetos, sensoriales y sociales. 

5. Aumentar el uso de dispositivos tecnológicos, y en concreto tablets, podrían tener efectos en el desarrollo de la coordinación óculo-manual, imprescindible para el desarrollo de habilidades motoras finas y para los procesos de aprendizaje relacionados con la percepción visual. Por otro lado, los niños y niñas necesitan experiencia de interacción con el entorno y con los objetos, para comprender cómo funcionan y construir la base de futuros aprendizajes. 

¿Y si la tecnologúa no fuera tan perjudicial para el desarrollo?

Por otro lado, algunos científicos y educadores argumentan que el uso de los dispositivos tecnológicos en la educación infantil es beneficioso, ya que permite a los niños desarrollar habilidades de pensamiento crítico, resolución de problemas y creatividad. Además, también sostienen que los estudiantes necesitan estar familiarizados con la tecnología, porque es un aspecto importante de la sociedad moderna y su futura vida laboral. Y dado que en casa no siempre se educa en el uso de la tecnología, más allá de limitar su uso por tiempos (en el menor de los casos), resulta vital que asuma esta función la escuela. Sólo así podremos pasar de tener niños y niñas consumidores de tecnología, a niños y niñas que crean y resuelven también con la tecnología. 

Uno de los informes más relevantes al respecto es el metaanálisis "The impact of digital technology on learning: a summary for the Education Endowment Foundation-” (2012). Este informe de la Universidad de Durham realizó una revisión exhaustiva de la literatura existente sobre el impacto de la tecnología digital en el aprendizaje en el aula, incluyendo la educación infantil y aportando las siguientes conclusiones: 

1. El uso de dispositivos tecnológicos en la educación puede apoyar el aprendizaje, siempre que se utilice de manera efectiva. La tecnología digital puede ser una herramienta útil para apoyar el aprendizaje en el aula, siempre y cuando se utilice de manera efectiva, es decir, cuando se diseñan e implementan actividades que involucren el uso de tecnología con objetivos educativos claros y apropiados para la fase de desarrollo del estudiante. 

2. La tecnología digital tiene el potencial de mejorar la calidad del aprendizaje: El informe argumenta que la tecnología digital tiene el potencial de mejorar la calidad del aprendizaje, ya que puede proporcionar una amplia gama de recursos y herramientas para apoyar la enseñanza y el aprendizaje, incluyendo atractivas actividades multimedia, simulaciones, juegos educativos y recursos educativos en línea. 

3. La tecnología digital debe ser utilizada de manera complementaria a la enseñanza tradicional: El informe sugiere que la tecnología digital debe ser utilizada de manera complementaria a la enseñanza tradicional y no como una sustitución total, siendo el docente quien adapte el uso tecnológico a las necesidades y características del aula y el grupo. 

4. En resumen, el informe concluye que el uso de tecnología digital en educación infantil puede ser beneficioso para el aprendizaje si se utiliza de manera efectiva y en combinación con enseñanza tradicional. Sin embargo, también es importante que los educadores y los responsables de la educación en general evalúen cuidadosamente los efectos y beneficios del uso de tecnología digital en el aprendizaje y se adapten a las necesidades y características de su contexto de enseñanza. 

Por otro lado, el "Digital Play for Global Citizens: Play, Art, and Narrative as a Pedagogical Tool for Early Childhood Education" publicado en la revista International Journal of Early Childhood Education argumenta cómo la tecnología digital puede apoyar el aprendizaje temprano a través del juego, el arte y la narrativa. Además, destaca cómo la tecnología puede ser muy útil como herramienta para fomentar la participación en juegos y llega a concluir que el alumnado que interactúa con tecnologías digitales tienen más probabilidades de desarrollar habilidades de pensamiento crítico, comunicación, colaboración y creatividad. Estas conclusiones no sólo se extrajeron de la experiencia de profesionales y educadores que, habiendo utilizado la tecnología digital como herramienta pedagógica, aseguraban que la experiencia había provocado una enseñanza más interesante y motivadora para los estudiantes. También existen otras investigaciones que corroboran esa conclusión. “The impact of video Games on training Spatial Attentional Control” realizado por un equipo de investigadores de la Universidad de Rochester y de la Universidad de New York encontró que algunas experiencias tecnológicas interactivas como los videojuegos mejoraban la capacidad de los jugadores para resolver problemas complejos y toma de decisiones. 

Conclusiones

En general, parece que el uso de dispositivos tecnológicos en la educación infantil puede tener tanto ventajas como desventajas, y puede depender del tipo de tecnología y la forma en que se utiliza. Los estudios muestran que el uso razonable de dispositivos tecnológicos puede ser beneficioso para el aprendizaje de los niños y niñas, pero es importante que los padres, madres y educadores supervisen y controlen el tiempo que los niños pasan en los dispositivos, así como el tipo de contenidos y aplicaciones a los que tienen acceso. Es crucial que se controle y se limite su uso, no sólo porque está demostrado que el exceso puede ser muy perjudicial en el desarrollo cognitivo, lingüístico y socioafectivo, sino porque es importante que los niños tengan la oportunidad de interactuar con el mundo físico, manipulando objetos y experimentando con sus manos, ya que esto también es imprescindible para su desarrollo cognitivo. Como decíamos al comienzo, la manipulación de herramientas ha sido importante en la evolución del cerebro humano, pero el uso de la tecnología digital puede proporcionar una forma diferente y efectiva de estimular el desarrollo cognitivo en nuestros estudiantes. Por tanto, deberíamos encontrar un equilibrio adecuado entre el uso de dispositivos tecnológicos y la manipulación física de objetos para garantizar un desarrollo cognitivo y físico saludable en nuestro alumnado. 

Desde esta postura moderada y conciliadora respecto a la polarización sobre tecnología sí o tecnología no en el aula de Educación Infantil, podríamos concluir que: 

1. La enseñanza debe estar basada en la experiencia sensorial y táctil, y eso es una obviedad. Necesitamos la manipulación activa de objetos, necesitamos la exploración y la experimentación en el mundo como acciones fundamentales para el aprendizaje y la comprensión. Pero también necesitamos la reflexión sobre eso que hacemos, y la oportunidad de contar con una amplia variedad y versatilidad de esas herramientas. La clave es considerar a la tecnología como una “herramienta para…” no como un espacio de consumo. 

2. Casi cualquier cosa en su justa medida puede ser algo oportuno y beneficioso, y todo en exceso es perjudicial. Esta afirmación atribuída a Hipócrates, en expresión de su filosofía de la moderación y el equilibrio, la podríamos atribuir a cualquier aspecto de la vida. Sobre la idoneidad o no de la tecnología en un aula de educación infantil también podríamos aplicarla perfectamente. De tal modo podríamos concluir que tecnología sí… pero en su justa medida, con fines creativos y no exclusivamente de consumo, con limitación de tiempo de uso, en contextos de colaboración y socialización… Es decir, tecnología sí, pero con matices. 

3. No sólo es importante introducir la tecnología, sino también, y sobre todo, educar en el cómo se usa esa tecnología. Es decir, es cierto que hay que tener muy limitado el uso de tecnología como medio de consumo de actividades pasivas o interactivas, pero sí se debería promover el uso de tecnologías de forma creativa y que incorpore destrezas manuales, experiencias sensoriales e interacción social. Porque el uso de la tecnología digital no tiene necesariamente que excluir el uso de las manos. Por ejemplo, se pueden usar tabletas o computadoras para crear arte digital, diseño de robots o programación, actividades que fomentan la creatividad y el pensamiento crítico, manipulación física de materiales, trabajo en grupo… 

4. Si no educamos en el uso de la tecnología, otro lo hará por nosotros. Este es quizá el mayor argumento a favor de la necesidad de incluir la tecnología en un aula de educación infantil. Porque la única manera de proteger a niños y niñas de esa sobreexposición a pantallas y tecnologías interactivas es educarlos en un uso creativo, productivo, exploratorio, indagatorio, resolutivo... y no únicamente como medio de consumo de ocio y entretenimiento. 

5. La tecnología asimismo nos brinda una oportunidad inclusiva para los estudiantes con necesidades educativas especiales, nos permite adaptar recursos y actividades al ritmo y estilo de aprendizaje. Si bien, nunca hay que perder de vista los riesgos que puede entrañar un uso excesivo o inadecuado a edades tempranas, deberíamos ver las oportunidades que nos ofrece en la mejora de la experiencia educativa. 

Porque, huyendo de posiciones extremas y enfrentadas, parece que existen suficientes evidencias de las ventajas y desventajas, los peligros e inconvenientes, pero también de las oportunidades del uso de dispositivos tecnológicos en la Educación Infantil. Pero eso no significa que tengamos que relativizar la opción que adoptar. Todo lo contrario, eso debe hacernos estar vigilantes respecto a cómo, cuándo y para qué se usa la tecnología. Porque, efectivamente, la utilización de la tecnología en las aulas de educación infantil puede ser beneficiosa sólo si se usa de forma adecuada, adaptada a las necesidades y a las habilidades de niños y niñas, y si se combina con otras actividades y experiencias educativas que promuevan un desarrollo integral.