1. Integrarse de forma activa y placentera en un grupo de trabajo superando las dificultades que supone la expresión espontánea de ideas y sentimientos de uno mismo y la aceptación de las manifestaciones de los demás. 2. Analizar conceptos, temas o sucesos del entorno personal, social y cultural y expresar la percepción de estos hechos a través de la proyección de la personalidad en roles y personajes, dentro de una estructura simbólica real o ficticia partiendo de un esquema de improvisación dramática a veces, otras de unas circunstancias dadas. 3. Interpretar, conociendo y practicando de forma sistemática, técnicas de representación que suponen, fundamentalmente, el control del gesto y de la voz, la relación dramática con el objeto y el estudio del uso del espacio. 4. Generar, desarrollar y estructurar ideas de forma coherente con respecto a un conflicto entre personajes en un lugar y tiempo determinados, procurando que éstas sean comprendidas por los demás al presentarlas. 5. Conocer y utilizar textos de la literatura para analizar y comprender su estructura formal, sus contenidos temáticos y sus valores estéticos en relación a la tensión dramática, posibilitando su lectura dramatizada o posterior puesta en escena. 6. Aprender técnicas tanto en lo referente a la interpretación, como al montaje o puesta en escena y escritura dramática, para aprender a «moverse» dentro del hecho teatral. 7. Fomentar la comunicación oral y expresiva (casi desde los postulados de la retórica) y el trabajo en equipo, más allá de la creación artística.

Talleres de interpretación teatral para el profesorado Representación de las obras seleccionadas. El recorrido, si breve en cuanto a la temporalización, sistematiza algunas herramientas para la creación de personajes y el universo que los acompaña, las fuentes evocadoras de emociones para darles vida, y el trabajo técnico que permite organizar con fluidez una sesión de trabajo actoral. Tras cada sesión, a modo de breve coloquio, intentaremos analizar qué parte del trabajo realizado se puede relacionar con las áreas de nuestro propio ámbito educativo, favoreciendo la colaboración de todos los participantes en la creación de un cuadernillo de trabajo que sirva de guía al profesor en la práctica de su enseñanza teatral, si así fuera. En esta breve presentación, nos acercamos ya, de hecho, a algunas realidades ¿demostrables¿ que la práctica teatral y su correcta enseñanza aporta al profesorado, y al alumnado, como receptor último de las estrategias educativas.

Curso dirigido al profesorado en general y en particular para el profesorado participante en el V Certamen de teatro en el aula "Ciudad de Ronda". Esta actividad está destinada a fomentar el teatro como actividad para que el alumnado, a través de él, puedan expresar sus sentimientos, favorecer la utilización del lenguaje oral, de las facultades corporales y de relación, etc. Por su parte el profesorado asitente a la formación recibirá un taller sobre interpretación, dirección teatral y caracterización de los personajes fomentando la inclusión del teatro en el currúculo como eje dinamizador de las competencias. El teatro y las características anteriormente citadas son la razón por la cual,la formación dramática del profesorado es tan sumamente importante. Los educadores se convierten en los facilitadores de ese encuentro del alumno con la expresión, la creatividad, la motivación y el afán de superación en primera persona. ¿Pero cómo acceder a esos instrumentos de enseñanza sin haber tenido acceso a ellos como alumno de teatro, o solamente de manera somera en alguna ocasión, o dejándose guiar por algún texto específico sobre la materia? Arriesgarse a enseñarlo desde la más admirable de las ilusiones y el esfuerzo no es baladí, pero consideremos que la vivencia en primera persona de las herramientas básicas debe ser tenida en cuenta como necesaria. ¿Y cómo se convierte un profesor en director? La respuesta es clara: practicando con los alumnos, leyendo variedad de obras teatrales y teóricas, viendo vídeos, asistiendo a espectáculos de teatro y danza, pero sobre todo realizando cursos de perfeccionamiento docente y de formación teatral, como el que que ofrece Proyecto Platea. No queremos decir que el profesor deba convertirse en un eficiente intérprete, sino en un facilitador de esas técnicas que lo transformarán en un maestro/director/regidor y que le permitirá dar clases de teatro.

Para obtener certificación será necesaria la asistencia al 80% de las horas presenciales, así como completar la encuesta de evaluación en Séneca. Esta actividad no tiene bolsas de ayuda por desplazamiento.