Situación meteorológica en general inestable con registro de
precipitaciones en todas las zonas a lo largo de toda la semana. Estas
lluvias en régimen de chubascos ocasionalmente tormentosos, han sido de
distribución e intensidades irregulares según las zonas. Las
temperaturas permanecen con valores ligeremente superiores a los
normales para la época. El miércoles 23 dejó de llover practicamente en
Andalucía Occidental y el sábado 25 ya no llovió tampoco en Andalucía
Oriental.
Las lluvias de la semana han interrumpido nuevamente todas las
labores agrícolas que los agricultores estaban intentando reanudar tras
los temporales de diciembre y la primera quincena de enero.
En Granada se han producido inundaciones de plantaciones de
espárragos, aunque si dejara de llover y se orearan pronto los terrenos
no se llegarían a producir daños.
Se ha vuelto a producir caída de cítricos en todas las zonas
productoras, aprovechando los agricultores los pequeños claros que hubo
en la semana para recoger fruta en aquellas plantaciones en las que se
podía entrar.
Igualmente la recolección de la aceituna volvió a verse retrasada
en muchas zonas. Además el fruto, que empieza a estar demasiado maduro,
se cae con facilidad, dificultando y encareciendo las labores de
recolección.
Por otra parte el exceso de humedad y las suaves temperaturas
empiezan a perjudicar al cereal que no se ha encharcado y que comienza
el período de ahijado observándose que no está evolucionando en total
normalidad.
Continúan también en los cultivos forzados, flores y fresón los
problemas de proliferación de enfermedades como consecuencia del exceso
de humedad.
En las dehesas y en la montanera, en los terrenos con buen drenaje
la situación del ganado porcino y vacuno es excelente. Sólo en zonas
muy encharcadas es donde el ganadero continúa teniendo problemas al no
acabar de despejar el tiempo.