La actuación en el ayuntamiento de Medina Sidonia afecta a dos edificios. El ayuntamiento propiamente dicho y otro anexo, resultado, a su vez, de la agrupación de dos inmuebles, una casa del siglo XVII y un pósito del XVIII ampliado en el XIX. Se trata pues de una intervención en la que se plantea la reforma y ampliación de las casas consistoriales.
El ayuntamiento, con una imagen palaciega heredada de su pasado histórico como ciudad señorial, preside el espacio público más significativo, la plaza de España, una plaza rectangular, tipo salón, de grandes dimensiones. A ella se abre la fachada principal a través de la cual, por un pasaje lateral, se produce la comunicación con las calles adyacentes.
La configuración actual del edificio obedece a una serie de intervenciones y remodelaciones que se han ido sucediendo a lo largo del tiempo. Posiblemente, la parte más antigua se corresponda con el volumen cuadrangular que cierra el lateral izquierdo; su construcción data de fechas anteriores al siglo XVII, pudiendo haber formado parte del alminar de una mezquita o de la torre de una iglesia.
Como ayuntamiento, la parte más antigua es la crujía que se sitúa tras el pórtico, concluida en 1677, con trazas de Andrés de Cárdenas, y en la cual se abre la portada de piedra.
Posteriormente, en 1728, se remonta una planta el edificio, alojándose en la ampliación la sala capitular; y además se le añade la crujía porticada delantera y otra, abovedada, en la parte trasera. Posteriores remontes y ampliaciones han ido conformando un edificio de una gran calidad arquitectónica, con una preponderancia de los aspectos representativos frente a lo útil o racional. Así, en planta baja, la crujía de fachada es una galería porticada y la segunda, de mayor dimensión, está ocupada casi por completo por un gran vestíbulo cuya mayor altura se ve compensada en este nivel por una entreplanta. Las oficinas se relegan a la crujía del fondo. En las dos plantas siguientes, el gran protagonista es el salón de plenos, de doble altura y cubierto por bóvedas de crucería, y el archivo. La fachada contrapone el plano abierto a la plaza de España, severamente ordenado, con el refinamiento de la portada de acceso con un orden compuesto de columna, entablamento y frontón curvo partido bastante especial.
La intervención en el inmueble parte del entendimiento y respeto de sus valores. Por ello, en el edificio principal se mantienen los usos representativos institucionales, desplazando aquellos de carácter administrativo a los edificios que se anexionan donde, por otro lado, es posible plantear una mayor compartimentación.
En general, la actuación pretende adecuar el conjunto a la normativa vigente, además de acondicionar las dependencias y modernizar las instalaciones. En los espacios más representativos, la intervención es más conservadora, básicamente de puesta en valor y acondicionamiento. Mientras que en el resto se interviene incluso a nivel de estructura, con la consolidación de algunos de sus forjados y de las cubiertas.