Reseña histórica
El Cine Capitol se construyó, bajo la dirección del arquitecto D. José María Morales Lupiáñez, a iniciativa de Dña. Rosa Vázquez García, que lo mandó edificar sobre un solar de su propiedad situado en la esquina formada por la calle Esperanza y un callejón de la misma. Las obras se iniciaron en 1957, terminándose a finales de 1958, con un programa que comprendía un aforo de 700 localidades, escenario para cine y un tablero desmontable para acoger espectáculos folclóricos.
Descripción del edificio
El solar original tiene 618 m2, con planta rectangular, prácticamente horizontal, si bien existe un desnivel de 3m entre sus límites medianeros. El edificio tenía una configuración muy sencilla, con una nave rectangular de una sola planta y una crujía delantera de dos, en la que se situaba el acceso principal, vestíbulo, taquilla, aseos, bar, escalera y una pequeña oficina. La nave se dividía en dos partes, sala y escenario, partida la primera en dos, general y preferencia, que estaban separadas por una barandilla que fue suprimida posteriormente. En los laterales del escenario se situaba un segundo acceso, otros aseos y dos pequeños camerinos.
En el exterior, las fachadas presentaban un cierto desorden compositivo, producto de la evolución del entorno y las sucesivas adaptaciones introducidas. Lo más característico era un zócalo almohadillado con el que se trataba de ordenar las diferentes alturas en los huecos de fachada.
Propuesta de intervención
La intervención realizada ha incluido un solar colindante adquirido por el Ayuntamiento y en ella se han abordado dos aspectos principales. Por un lado, la adaptación externa del edificio a una realidad urbana transformada al haber cambiado la trascendencia de las vías a las que éste da fachada, pues el callejón secundario se ha convertido, de forma simultánea a la rehabilitación, en una gran plaza con aparcamiento, en la que se han colocado los accesos y puesto el acento sobre la nueva configuración, que se apoya en un gran volumen-zócalo, base de tres cuerpos: pirámide, cilindro y cubo, que se recortan contra las escalonadas construcciones que ascienden por la ladera.
Por otro lado, la inexistencia de un escenario propiamente dicho y la polivalencia de usos programada para el teatro, ha obligado a buscar el equilibrio entre los espacios de la sala y la escena, utilizando como módulos deseables un aforo de 550 butacas, una fila de 18 y un fondo de escena de 8 m. Estas dimensiones básicas, la dotación de espacios auxiliares para público y representación, instalaciones y maquinaria escénica, así como las sucesivas adaptaciones para el perfeccionamiento de las condiciones acústicas y de visibilidad, han sido los ejes evolutivos del trabajo de recuperación del edificio como teatro.
Aforo: 546 espectadores