El cargadero de mineral El Alquife de Almería, construido entre 1902 y 1904 por la compañía "The Alquife Mines" según el proyecto redactado por el ingeniero escocés John Ernest Harrison (Glasgow 1860-1947) y firmado por el ingeniero español Andrés Monche, constituye un paradigma de la arquitectura industrial española en su categoría de inmueble-máquina. Fue declarado Bien de Interés Cultural en 1998 por el gobierno de la Junta de Andalucía.
Representa arquitectónicamente el modelo de explotación característico de la minería española del último tercio del siglo XIX y comienzos del XX, cuando las principales minas españolas se vendieron a empresas europeas como consecuencia de la desamortización. Este cambio afectó al sistema de organización técnica, financiera y empresarial y provocó transformaciones profundas en el territorio con las nuevas instalaciones industriales, acometiéndose la construcción de los ferrocarriles mineros que conectaban los yacimientos mineros con los cargaderos situados en la costa.
El cargadero de mineral El Alquife aportó una serie de innovaciones como testimonio de la tecnología aplicada de su tiempo: el sistema de cimentación nuevo, mediante pilotes de acero y hormigón de gran grosor, la insólita colocación del depósito de mineral en el propio edificio, que incrementó su escala, acentuando su presencia como arquitectura que construye la fachada marítima de la ciudad, y el carácter urbano de su ubicación, que lo convierte en un elemento fundamental en la generación de la trama de la ciudad.
Una vez conseguida la titularidad pública del cargadero, la Junta de Andalucía ha planteado la necesidad de promover un Proyecto de Rehabilitación General para conservar este Bien de Interés Cultural y dotarlo de un uso cultural y lúdico, integrado en su privilegiada situación, en la confluencia del centro activo de la ciudad y el arranque del paseo marítimo.
Como primera actuación de rehabilitación, la Consejería de Obras Públicas y Transportes ha ejecutado un proyecto que ha consistido en: