CRÓNICA RESUMEN DE LA VISITA DE S.A.R. EL PRÍNCIPE DE ASTURIAS A ANDALUCÍA

Don Felipe dijo haberse encontrado "bienvenido y cómodo" en una comunidad de la que se siente "orgulloso"


Andalucía, 20 de abril de 2002

El Príncipe de Asturias concluyó el viernes, en el calor de Sevilla en plena Feria, sus diez días de visita oficial a Andalucía, una Comunidad que le ha hecho encontrarse "bienvenido y cómodo", y de la que dijo se siente "orgulloso".

Un auténtico intercambio de elogios entre Andalucía y la Corona fue, al mediodía de hoy, el cruce de discursos de despedida que mantuvo Don Felipe en el Monasterio de la Cartuja con el presidente de la Junta, Manuel Chaves, que ha sido su inseparable anfitrión durante este largo viaje por toda la geografía andaluza.

La visita mas prolongada del Príncipe a una Comunidad Autónoma ha sido, en palabras del presidente andaluz, "una nueva ocasión para expresar el profundo compromiso que nos une al gran proyecto común que la Corona representa".
Don Felipe, a modo de resumen de su viaje, expresó su "profunda gratitud" por la "sinceridad" y "claridad" con las que los cientos de interlocutores que ha tenido a lo largo de estos días le han hablado de "lo bueno y también de lo menos bueno de Andalucía", una tierra cuyo "avance es claro".

Casi un millar de representantes de el todo Sevilla y el casi todo Andalucía acudieron hoy a despedir al Príncipe en la Cartuja, el lugar que, a lo largo de diez siglos, ha sido horno almohade, lugar de milagros, monasterio, fortificación, fábrica de cerámicas, corazón de la Expo 92, y Centro de Arte.

Don Felipe ponía allí punto final a un periplo de mas de 3.000 kilómetros, recorridos en automóvil y en helicóptero, para visitar las capitales de las ocho provincias andaluzas, y otras 22 ciudades y pueblos. Ni la lluvia generalizada de la primera parte de la visita, ni el fuerte sol de la segunda han sido impedimento para que, cada sitio a su manera, recibieran con expresiones de afecto al Príncipe.

Pero hubo lugares en los que la presencia de Don Felipe supuso una especial explosión de júbilo, y a la cabeza de ellos se pueden citar Alhama de Granada, Algeciras, La Línea de la Concepción, Jerez, Úbeda, Lucena, Isla Cristina o el Hospital de Córdoba, en donde la algarabía hizo incluso olvidar por un rato sus dolencias a los enfermos. El Príncipe aplicó también aquí su personal forma de concebir estas visitas y cuajó su agenda con 23 formales reuniones de mesa y bolígrafo con representantes de todos los sectores, estamentos, proyectos y problemas que tiene Andalucía.

El presidente Chaves, testigo permanente de la actividad oficial del Príncipe, destacaba al final el minucioso sistema de trabajo de Don Felipe, que, como es su costumbre, tomó amplias notas de todo lo que habló y escuchó en sus reuniones. Consejeros, portavoces municipales, parlamentarios, empresarios de los principales sectores productivos, sindicalistas, universitarios, o asociaciones de ayuda en problemas como la inmigración, el medio ambiente o las drogadicciones, fueron interlocutores del Príncipe y le ayudaron a conocer la situación de Andalucía en su conjunto en esta visita institucional.

Todas estas reuniones se han sucedido en las diez jornadas de cerca de catorce horas de actividad, y que también han incluido visitas a lugares relevantes del patrimonio histórico andaluz, o a empresas de especial significado. En una visita a Andalucía no podía faltar tampoco el humor, y fue el propio Chaves quien, al concluir la visita contó la anécdota que protagonizó una señora en Andújar que, ante los muchos gritos de "guapo, guapo" que le dirigían al Príncipe, le dijo a él, que iba detrás, "presidente, tu también eres un poquito guapo".



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