Tal vez te suena mejor la forma en masculino, pero sólo es costumbre.
Si buscas en el Diccionario de la
R.A.E. la palabra “albañil”, comprobarás que sólo se designa en masculino.
Busca ahora la palabra “abeja”, fíjate en el segundo tipo, entonces ¿se puede o no se puede formar el femenino de “albañil”?