La transversalidad de género se consolida como estrategia en el ámbito internacional, desde la I Conferencia Internacional de la Mujer (México, 1975)

Integrar la perspectiva de la igualdad género en las políticas públicas es pertinente sólo en aquellas políticas que tengan una incidencia directa en personas

La Ley de igualdad andaluza, contiene importantes implicaciones de cara a la aplicación de la transversalidad en las políticas públicas de esta comunidad autónoma, abarcando las dos dimensiones de la estrategia: procedimientos de trabajo, y formas de organización