El Parque Natural Sierras Subbéticas entra a formar parte en 2006 de la Red Europea de Geoparques y de la Red Global de Geoparques por sus llamativos valores geológicos, muy conocidos entre los profesionales de esta área de conocimiento, pero no tanto entre la sociedad en general. Estos ofrecen un alto potencial para la didáctica de la parte más inerte de la naturaleza. Permiten conocer una parte primordial de la historia geológica. Además, los terrenos geológicos explican cómo se distribuye la vida en la actualidad, ya que suponen el sustrato donde esta se asienta, y condicionan sus características.
Durante dos fines de semana consecutivos, unas sesenta personas llegadas de diversos puntos de Andalucía, e interesadas en conocer la realidad del Geoparque de la Subbética, y de los paisajes de esta singular comarca, han participado en las actividades programadas.
Tras una introducción sobre los objetivos del Aula de Otoño, se impartió una charla sobre el Geoparque y la Red de Geoparques Europeos, y se visitaron las instalaciones de la granja escuela, donde se explicaron las actividades que se realizan habitualmente en este centro de educación ambiental.
El sábado se realizó la ruta de la Nava de Cabra-Zuheros. En el lapiaz de los Lanchares se pudo disfrutar de las intrincadas formas de erosión kársticas en superficie, y observar y tocar dos de los tipos más característicos de roca que se dan en la Subbética, conociendo un poco mejor la época y el contexto en que se formaron.
Se subió hasta el mirador de la Ermita de Cabra, en pleno centro geográfico de Andalucía, que ofrece unas vistas incomparables de las tres unidades geográficas que componen la comunidad andaluza: Sierra Morena, la depresión del Guadalquivir y la Cordillera Bética.
A continuación se atravesó la llanura del poljé de La Nava y el valle del río Bailón hasta su encajamiento, muy cerca de Zuheros. Una vez en el pueblo, se realizó una visita al Ecomuseo de la Cueva de los Murciélagos.
Al día siguiente se visitó la Cueva de los Mármoles. Acompañados por un experto espeleólogo de la zona, el grupo descendió hacia la caverna. Una vez en el interior, esquivando los grandes bloques de dolomía del suelo, se pudieron observar las diferentes formaciones o espeleotemas existentes y algunos depósitos estratificados con restos de carbón.