RESERVAS DE LA BIOSFERA:
el programa Hombre y Biosfera de la UNESCO
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La importancia de las reservas de la biosfera transfronterizas para asegurar el desarrollo sostenible de los pueblos con un entorno similar
Madrid (noviembre de 2010). Durante la celebración de la I Conferencia Iberoamericana de Reservas de la Biosfera, la directora del Organismo Autónomo Parques Nacionales, Olga Baniandrés, dio a conocer que en España se viene desarrollando una importante labor para la puesta en práctica de los fines y objetivos del Programa MaB (Hombre y Biosfera), fundamentalmente a través de la figura de Reserva de la Biosfera. De hecho, señaló, durante su intervención, la existencia de dos reservas de la biosfera transfronterizas: la del Gerês-Surés, declarada en 2009, y establecida entre España y Portugal; y la Reserva de la Biosfera Intercontinental del Mediterráneo, declarada en el año 2006 entre España y Marruecos, que es la primera y única en el mundo establecida entre dos continentes.

En su intervención, Olga Baniandrés subrayó que las reservas de la biosfera transfronterizas que han sido constituidas por la voluntad política de cooperar en la conservación y el uso sostenible de los recursos naturales y culturales, mediante una gestión común de un ecosistema compartido entre dos o más países, son una buena herramienta para asegurar un futuro de buena vecindad y de desarrollo sostenible para los pueblos con un entorno similar y problemas comunes.

Un paso fundamental para la constitución de una reserva transcontinental es la firma de un acuerdo formal al más alto nivel político, entre las autoridades gubernamentales y regionales de los países responsables de las distintas competencias que intervienen en ella. Dicha reserva debe contar con una estructura conjunta de coordinación y participación del espacio transfronterizo, definida en un Plan de Acción que recoja los diferentes niveles competenciales y de responsabilidad implicados en el funcionamiento de la reserva.

Asimismo, el Plan de Acción debe identificar a los responsables concretos de la gestión de la reserva, donde estarán representados desde los técnicos de gestión de las áreas protegidas implicadas, las poblaciones locales y los agentes sociales de estos territorios, hasta los niveles institucionales y políticos más elevados, representados en una Comisión de Seguimiento.

En este contexto, España viene desarrollando una intensa labor para la puesta en práctica de los fines y objetivos del Programa MaB, fundamentalmente a través de la figura de Reserva de la Biosfera, y está poniendo todo su empeño en el cumplimiento del Plan de Acción de Madrid (PAM), tanto a escala nacional como internacional. Entre los objetivos de este Plan de Acción, destaca el desarrollo de nuevas reservas de la biosfera transcontinentales y fortalecer las ya existentes, así como otras formas de colaboración.