La cesión, solicitada por la corporación municipal cazorlense, se realiza a propuesta de la Consejería de Hacienda y Administración Pública con los informes favorables de los departamentos de Medio Ambiente y de Turismo, Comercio y Deporte.
El aserradero de Vadillo-Castril, con capacidad para transformar cien toneladas diarias de madera, comenzó a funcionar a mediados del siglo XX con el objetivo de construir traviesas para la red de ferrocarriles de Renfe. Clausurado a finales de los años ochenta, el conjunto se compone de una nave industrial, un muelle de carga y depósito de serrín, un centro de transformación y otro de conserva con cintas transportadoras industriales.