La UNESCO ha reconocido recientemente el patrimonio geológico del Parque Natural Sierra Norte de Sevilla al designarlo como Geoparque. De esta forma se promueve también otros valores como los ecológicos, históricos y culturales, siendo una gran oportunidad para los diez municipios que conforman este espacio protegido y convirtiéndose en un compromiso firme por la valorización del territorio.
El Parque Natural Sierra Norte de Sevilla se sitúa en las alineaciones montañosas de Sierra Morena, entre las zonas geológicas de Ossa-Morena y Sudportuguesa (en la parte occidental). Todas las rocas son de edades del Precámbrico y Paleozoico (1.000 a 300 millones de años), o Pérmico y Triásico (300 a 200 millones de años), excepto en la zona sur-oriental del parque, donde hay algunos afloramientos de rocas sedimentarias del Mioceno (de 23 a 5 millones de años).
Desde sus primeros trabajos para ingresar en la Red Europea de Geoparques, el Parque Natural Sierra Norte de Sevilla ha continuado con el desarrollo de productos geoturísticos. Las grandes dimensiones del parque natural y su riqueza geológica y minera han posibilitado el implementar no menos de 32 localidades de interés geológico y geoturístico y varias rutas geoturísticas de medio a corto recorrido.
Estas localidades y rutas geoturísticas comprenden los aspectos más significativos del parque natural: los materiales precámbricos y paleozóicos de las zonas de Ossa-Morena y Sudportuguesa que conforman su estructura principal; las abundantes rocas ígneas básicas y ácidas y su especial geomorfología; las anfibolitas de Beja-Acebuches, que se interpretan como los restos de un antiguo fondo oceánico, que indicarían la existencia de una antigua zona de sutura entre placas tectónicas; los materiales de edad Pérmico y Triásico que representan el relleno de lo que fueron las cuencas continentales post-orogénicas de Guadalcanal-San Nicolás del Puerto-Embalse de Retortillo y del Río Viar, con abundante flora fósil, entre la que destacan la existencia de varios troncos fósiles; y la antigua y variada actividad minera y de cantería.
También hay que resaltar las cavidades del parque natural: Cuevas de Santiago, Cueva de los Covachos y Cueva La Sima, con su riqueza en formas kársticas, los restos paleontológicos y arqueológicos encontrados en ellas, y la fauna de quirópteros (murciélagos) que albergan.
Sierras Subbéticas y Cabo de Gata-Níjar
Por su parte, el Parque Natural Sierras Subbéticas entró a formar parte de la redes Global y Europea de Geoparques en 2006. Desde finales del siglo XIX estas sierras han sido objeto de numerosas visitas de investigadores interesados en descifrar la geología de la Cordillera Bética, encontrando en el sur de Córdoba extensos afloramientos rocosos donde se halla expuesta en superficie una parte importante de la historia geológica del sur de la península. Como consecuencia del interés despertado entre la comunidad científica, hay disponible un importante legado de información sobre la geología de esta área.
El Geoparque de Sierras Subbéticas se caracteriza por un variado paisaje kárstico superficial, donde prácticamente todos los elementos de este tipo de relieve están presentes; una densa red de cavidades (más de 800 inventariadas); extensos afloramientos de series jurásicas y cretácicas con gran riqueza fósil, especialmente ammonites; numerosos manantiales; una gran diversidad de rocas calcáreas, reflejo de la compleja historia de la Plataforma Sudibérica y estructuras de origen tectónico fácilmente observables debido a la calidad y extensión de los afloramientos.
El Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, el primer parque natural marítimo-terrestre de Andalucía, posee un carácter único, marcadamente geológico y de clima subdesértico, con el afloramiento volcánico de mayor extensión y complejidad de la península ibérica, además de contar con excelentes depósitos de arrecifes tropicales fósiles, testigos de los cambios climáticos más recientes ocurridos en el Mediterráneo en los últimos millones de años.
Cabo de Gata-Níjar es un territorio clave en el desarrollo de la Estrategia Andaluza de Gestión Integrada de la Geodiversidad. Ya en el año 2001 fue el escenario donde se formalizó el acuerdo de colaboración entre la Red Europea de Geoparques y la división de las ciencias de la Tierra de la UNESCO, formando parte de esta red desde 2006.