Conservación de la Naturaleza | Estado de la Naturaleza Naturalia Hispánica LA IMPORTANCIA DE LAS ZONAS HUMEDAS DEL MEDITERRANEO OCCIDENTAL PARA LAS AVES ACUATICAS Joan Mayol ... de ordinario se considera que la mayor motivación a favor de la conservación de las zonas húmedas debe buscarse, precisamente, en el deseo de proporcionar estaciones adecuadas para el paso, la alimentación y, en su caso, la cría de las expresadas aves (acuáticas). No hay que subvalorar este argumento porque conduce a aceptar una presión internacional a favor de la conservación de las zonas húmedas, como soporte del "jet set" internacional de las expresadas aves. Ramón Margalef (in VV AA 1987) 1.- Introducción. El presente trabajo supone un intento de sintetizar los conocimientos más relevantes sobre los humedales del Mediterraneo Occidental, con la finalidad de analizar su importancia para la conservación de las aves acuáticas. La dedicación profesional de su autor, centrada en la gestión, además de determinar un sesgo en el planteamiento del tema, supone determinadas limitaciones que no escaparán al lector. El simple intento de reunir y digerir la información disponible sobre zonas húmedas del oeste del Mediterraneo es casi temerario, ya que hay miles de trabajos, informes, artículos y libros sobre la materia. Es cierto que una gran parte estan redactados en un estilo esotérico (Hoffmann, in Pearce & Crivelli 1995), pero lo realmente difícil es esquivar el tópico, evitar una simple repetición de lo que se ha dicho, escrito y publicado ya. En realidad, se trata simplemente de desarrollar la cita del Profesor Margalef que se reproduce al principio del trabajo, una frase especialmente pertinente porque viene de una persona poco pajarera, justamente porque desde otras especialidades científicas se ha criticado alguna vez que " la protección de las zonas húmedas se hace pensando sólo en los patos". Es curioso que desde gremios que se incorporan ahora al movimiento conservacionista, cuando los ornitólogos empezamos a reivindicar la protección de los humedales a nivel internacional hace una generación, se llegue a posturas de crítica. La importancia de un humedal incluye consideraciones en términos de su función ecológica e hidrológica, de biodiversidad y valor socioeconómico. La aves acuáticas representan un cierto papel casi en cada uno de estos apartados: hidrologia (la avifauna depende de niveles y salinidad), ecologia de las zonas húmedas (de la que dependen y son a la vez un componente importante), biodiversidad (obvio) y recurso socio-ecológico (cinegético y turístico en nuestra región), tal como reflejamos en la figura 1. Las zonas húmedas del Mediterraneo occidental. Contexto ecológico. Distribución. Tipologias. El Mediterraneo Occidental, desde el punto de vista biogeográfico, está integrado por la mitad oeste de la cuenca mediterránea. El término occidental, geográfico, es relativamente fácil de definir: si nuestro mar mide unos 3600 Kms de este a oeste, la mitad viene a pasar por Italia, península que lo divide de forma casi perfecta. Pero la cuenca tiene un sentido climático, biogeográfico y natural cuya definición no es tan simple. La delimitación de lo que es la cuenca mediterránea ha hecho correr mucha tinta. Por ejemplo, el trabajo de Andrés et al (in Morillo y González 1995) dedica 12 pgs a definirla. Su conclusión es la que presentamos en el mapa 1. Sin embargo, la mayor parte de la información disponible está referida a los estados, de forma que es necesario adoptar el criterio de IWRB, que considera incluidos en la cuenca los estados de Argelia, Francia, Italia, Malta, Monaco, Marruecos, Portugal, San Marino, España y Túnez. Este trabajo se ha elaborado simplificando la lista, suprimiendo a Mónaco y San Marino, que no disponen de humedales. Se ha mantenido Malta, por la insularidad y el hecho de ser un estado parte del Convenio Ramsar. El Mediterraneo, por razones climáticas obvias, es un mundo árido en términos generales. Parece, pues, que es en principio muy simple situar una zona húmeda, incluso en delimitarla, ya que contrasta con su entorno. Latitudes de mayor pluviosidad, de suelos más encharcadizos, presentan trancisiones más difusas entre zonas húmedas y otro tipo de biotopos. En muchas zonas de Europa, el clima es tal que gran parte de los ecosistemas tienen un exceso de agua durante una gran parte del año, al contrario de lo que sucede en los entornos mediterraneos, donde las zonas húmedas son claramente limitadas, representan una porción pequeña del territorio por motivos de clima reforzados por la actuación humana. El mapa 2 representa la variación latitudinal en la proporción de zona húmeda sobre las tierras emergidas, y sintetiza las consideraciones anteriores de forma muy gráfica. Un ejemplo concreto puede ser el de Suecia, donde exiten 12 millones de Has de zonas húmedas, que representan el 30 % del suelo. En los paises objeto de análisis, la situación es la siguiente: Pais Superficie Humedales (Ha.)% de la superficie del país ITALIA 190.000 0,63 % FRANCIA 2.081.500 3,80 % ESPAÑA 118.000 0,24 % PORTUGAL 130.943 1,4 % MARRUECOS 50.000 ? 0,1 %? 450.000 km2 ARGELIA 100.446 0,05 % TUNEZ 105.882 0,65 % MALTA 8 0,02 % (Elaboración personal a partir de los datos de /It/Fr/ Casado y Montes 1995; Farinha y Trinidade 1994;/Ma/ Morgan 1992 -Argelia y Túnez-; y Sultana 1990. En los casos en que hemos dispuesto de información, nuestras cifras se refieren a zonas inundadas en invierno.) Las cifras y los porcentajes son indicativos, pero para comprender cabalmente lo que representan, es mejor una gráfica. Cada cuadrado en el mapa 3 indica, a escala, la superficie total de humedal en cada uno de los estados de la cuenca. La exactitud de las cifras es sólo relativa. Hay humedales que no se ven (criptohumedales), ciertamente poco importantes para las aves acuáticas, pero que pueden serlo mucho biológicamente y deberían estar en nuestra estadística. Pero, sobre todo, hay cientos de Km2 en el N de Africa que son humedales efímeros, que pueden albergar un año una gran colonia de flamencos y ser luego, durante largos periodos, desiertos salinos de una gran aridez. Los shotts i sebkhas inundables del N de Africa hacen variar mucho la superficie total segun la lluvia. Se trata de dos casos paradigmáticos, pero que demuestran que la exactitud es muy difícil de alcanzar, y las cifras deberian valorarse en función de los criterios de delimitación, que no son homogéneos en todas las estadísticas. El grado de imprecisión de las estimaciones superficiales puede ser inferido de un dato comparativo: en 1987 se estimaba la superficie de humedales españoles en 1.600.000 Ha (VV.AA 1987), y hoy (Casado y Montes, 1995) en menos de 180.000 Ha. Se han estimado, para todo el Mediterraneo, 6.500 km2 de lagunas costeras, 12.000 km2 de lagos y marismas y casi 10.000km2 de zonas húmedas artificiales. El total es de 28.500 km2 (la superficie de Sicilia o Albania). Pero es toda la cuenca, y sólo la cuenca (4,5 millones de Km2 de superficie, por tanto, un 0,6 % de ella es humedal), y la repartición no es uniforme. Un 25% está en Egipto. Las consecuencias ecológicas de esta situación son fácilmente comprensibles: el Norte del Paleártico tiene áreas húmedas extensas, y muy productivas en verano, cuando el fotoperiodo es prolongado. Los recursos tróficos para las aves son, por tanto, enormes: hay mucho que comer y mucho donde comer. Pero el invierno es inhóspito a causa del hielo y la obscuridad. La migración lleva hacia el sur, donde hay muchísimo menos hábitat disponible. Hay estrategias distintas para evitar esta limitación: algunas aves de los humedales nórdicos se hacen casi esteparias en el sur (avefrias y chorlitos, por ejemplo), y otras van a aprovechar las riberas del mar (el caso de muchas limícolas) cuando no el mar mismo (negrones y otros patos marinos). Otras especies migran hasta el Trópico. Pero siguen siendo muchas las que se acumulan en las zonas húmedas mediterráneas. Este simple factor superficial ya explica la importancia estratégica de las zonas húmedas mediterraneas para la migración y la invernada: en muchas menos hectáreas hay que concentrar la avifauna de regiones extensas. Poblaciones de miles de Kms2 del N dependen de muy pocas localidades en el S. Es decir, los factores limitantes de muchas especies migratorias estan en el sur, en los cuarteles de invernada, y no en el norte, en las zonas de reproducción. La conservación de las zonas húmedas mediterraneas, relativamente pequeñas y degradadas, es clave para la conservación de muchas poblaciones reproductoras de aves paleárticas. Los intentos de clasificación y de descripción de los humedales mediterráneos son muy numerosos. El más moderno y más operativo es el de Morillo & González, 1996, que resumimos en la tabla: Humedales de interior Humedales Costeros Humedales artificiales Lagos Complejos endorreicos y esteparios Oasis. Sebkhas/Chotts Humedales de las llanuras de inundación fluvial Manantiales y surgencias Ramblas/Wadis Turberas Lagunas Deltas Marismas Salinas Graveras Arrozales Tipos de Humedales mediterraneos según el trabajo de Morillo y González (Eds) 1996. Todos ellos son afectados por la caza y la agricultura. Se indican los factores antrópicos que inciden preferentemente sobre cada uno de ellos. Una descripción esquemática de estos tipos de humedal puede ser la siguiente: DELTAS. Los deltas son especialmente importantes en el Mediterraneo por ausencia de mareas. El más importante es la Camarga, de 800 km2. Sólo el 40% es natural, y está gestionado para la caza. Los del Ebro y del Poo son igualmente muy importantes. Todos ellos estan sometidos a un proceso físico de regresión, a causa de la disminución de los acarreos, la subsidencia y la subida de nivel del mar a causa del cambio global (Comín , in Morillo y González 1996). LAGUNAS COSTERAS Y MARISMAS SALOBRES Las más importantes se concentran en los 200 Km de costa de Languedoc- Rosselló, de Venecia a Triestre y en la costa de Túnez. LAGOS DE AGUA DULCE Escasos respecto del N, por falta de lagos de origen glaciar. Hay algunos en el Atlas (más de 100), el más importante de los cuales es Aguelmann Sidi Ali, de 250 Ha. Los hay también volcánicos (Bolsena en Italia) y cársticos. MARISMAS DE AGUA DULCE. La mayor, 9000 Ha, es Mekhada, en El Kala al NE de Argelia. Otras que merecen ser citadas son las de Daimiel (1800 Ha) y las 800 Ha de agua dulce en torno a Garet el Ichkeul (muy amenazadas por los proyectos de embalses) LLANURAS DE INUNDACION. Eran, antiguamente, las más importantes y son las más destruidas. Actualmente no representan una fracción importante de nuestros humedales. LLANURAS INTERMAREALES. Poco relevantes. Es importante, aún así, el conjunto de mareas costeras de Portugal, las del Odiel, y el golfo de Gabès, entre Túnez y las islas Kneïs ( 200 Km2 de marismas costeras generadas por las mareas de 1 m que se producen en la zona). LAGOS CONTINENTALES SALADOS Son los mayores humedales de la región, y se concentran en el N de Africa, aunque alguno ibérico podria aproximarse a esta tipologia (Fuentedepiedra). La evaporación es ocho veces superior a la precipitación. Son paisajes no permanentes. Los chotts duran menos de 4 meses, y las sebkhas son más permanentes. La mayor es Sidi el Hani, en el centro de Túnez, en la que han llegado a criar 10.000 parejas de flamenco (1972). El Chott el Djerid (también en Túnez) es el mayor del N de Africa; nunca se ha visto lleno, pero tampoco por completo seco: de sus 4.580 Km2, no hay nunca inundados más del 5%. OASIS. Algunos de estos pequeños humedales estan en relación con sebkhas. Son permanentes y tienen importancia en relación a determinadas especies (concentraciones de rálidos en invierno, por ejemplo). SALINAS. Las salinas son el testimonio de las antiguas marismas salobres litorales transformadas, uno de los ambientes que más ha sufrido en el Mediterraneo. Son un medio de potencial restauración muy importante. Las salinas abandonadas deberían ser gestionadas para la fauna. Las de Giraud, las mayores, tienen 11.000 Ha. Ghadira, prácticamente el único humedal maltés, es una antigua salina. PRESAS. Aunque de un interés limitado para la fauna, las presas fluviales no pueden ser olvidadas. En Túnez se han destruido 19.000 Ha de marismas en tierras bajas y se han creado 22.000 en presas. 4,7 Km3 de agua son retenidos por presas en el Gaudalquivir. Boughzoud (Argelia) tiene una gran fauna de aves acuáticas. La de Valle Santa, cerca de Ravenna, está en Ramsar y diversas presas españolas cumplen los criterios de importancia internacional para aves acuáticas. Las zonas húmedas artificiales (salinas y presas) suponen una riqueza faunística más limitada que los humedales naturales, pero deben ser tenidas en cuenta. Hace unos años, comparamos la diversidad de especies de una salina mallorquina con una marisma salobre no explotada; la reducción de diversidad que supone la explotación es equivalente a la reducción de diversidad de una zona silvestre (maquia) respecto a una zona agrícola de secano en ecosistemas terrestres. Una situación similar se ha cuantificado en el Tajo: La densidad de Cigüeñuela es de 1 pareja /10 Ha en salinas de piscicultura, 2 parejas/10 Has en salinas en explotación y 3 parejas /10 Has en salinas abandonadas . Importancia de las zonas húmedas del Mediterraneo Occidental para las aves acuáticas a nivel específico. Las tablas siguientes reflejan una estimación cuantitativa de las especies reproductoras de aves acuáticas en el Mediterraneo Occidental. La precisión de los datos es muy variable, generalmente mayor cuanto más bajo es el nivel poblacional, cuanto mayor es el tamaño de la especie, y también en función de la conducta de las aves. Consideramos que los datos que nos han permitido el diseño de la primera tabla son de mejor calidad que los de la segunda, muchos de los cuales se han calculado a partir de estimaciones de densidad. Las especies más importantes por razones demográficas son aquellas cuyas poblaciones mediterraneo-occidentales superan el 25 % de sus efectivos en la región del paleártico occidental: Garcilla bueyera, Bubulcus ibis. Garcilla cangrejera, Ardeola ralloides. Espatula, Platalea leucorodia. Flamenco, Phoenicopterus ruber. Tarro canelo, Tadorna ferruginea. Calamon, Porphyrio porphyrio. Focha cornuda, Fulica cristata y Cigüeñuela, Himantopus himantopus. No hay ningún endemismo regional, ni siquiera ninguna especie que acumule en la región la mayor parte de sus efectivos mundiales. Es decir, que las zonas húmedas del Mediterraneo occidental tienen una importancia fundamental para la biodiversidad ornitológica europea, pero esta es mucho más reducida a nivel paleártico, y poco relevante a nivel mundial. Otro enfoque posible es considerar cual es la importancia de estos humedales en relación a la biodiversidad ornitológica de cada estado. En este contexto, la situación es radicalmente distinta. No hemos intentado regularizar la información, porque la tesis es tan clara que es innecesario. Algunos ejemplos serán suficientes: Hay 200 sps de aves en Doñana; 300 en el Delta del Ebro; 250 en Massaciuccoli (Toscana). En Ghadira (Malta) se observaron, entre 1981 y 1987, 202 especies de aves de las que 96 pueden considerarse palustres (En toda la isla se han registrado 355). Un elevadísimo sector de la avifauna regional se concentra en una reducidísima proporción del territorio. Las zonas húmedas, por tanto, son clave para la biodiversidad de los paises mediterráneos. La migración y la invernada La importancia de las zonas húmedas del Mediterraneo Occidental para la migración es estratégica. Su papel como estación de reposo y alimentación para los migrantes palustres ha sido repetidamente destacado por todos los autores que las han estudiado, desde hace mucho tiempo. Una evaluación cuantitativa de las aves acuáticas que hacen uso de estos humedales es muy compleja, y los datos existentes no lo permiten, aunque podemos aventurar un orden de magnitud mínimo de decenas de millones de aves. El valor de los humedales como lugar de reposo y de alimentación (se las ha comparado a gasolineras) es fundamental. Sin embargo, se ha destacado menos el valor de estas localidades para la migración de aves no estrictamente acuáticas. La elevada productividad de este biotopo es aprovechada por especies muy diversas, que acumulan reservas en estas zonas. El caso de la Golondrina común y otros hirundínidos es muy notable, ya que las concentraciones de este tipo de aves en migración es fácilmente de decenas de miles de individuos en localidades de pocas Has, que las utilizan tanto para alimentarse como para reposar en los carrizales. Probablemente la mayor parte de la población europea de Golondrina común usa los humedales en el curso de sus migraciones. La cantidad de mosquiteros, currucas, motacílidos, etc que dependen de los humedales es realmente muy elevada. El seguimiento cuantitativo de la migración en relación a los humedales ha sido sólo iniciado. Sólo observaciones extensas y sistemáticas permitirían una aproximación al fenómeno. En cuanto a la invernada, la variación interanual hace aun más difícil que en el caso de los reproductores la estimación cuantitativa, aunque los datos publicados por el IWRB son muy numerosos para anátidas y fochas. Las cifras de los dos últimos censos publicados, por paises, son estas: Total anátidas y fochas 19931994 ITALIA 283.877371.752 FRANCIA med182.987 168.435 ESPAÑA574.177662.998 PORTUGAL63.94266.050 MARRUECOS 128.442127.075 ARGELIA90.610(1)173.554 TUNEZ145.993 76.407 Total prov 1.470.0281.513.432 (1) Censo parcial. Los censos invernales no son nunca completos, especialmente en el S, aunque las grandes masas de aves sí son detectadas. Es razonable estimar un volumen total entre un millón setecientas mil y dos millones de aves (anátidas y fochas), que representaria un porcentaje del orden del 8-10% del total de estas especies en el paleártico occidental (20,5 m de aves). Si extendemos los números a podicipediformes, ardéidas, limícolas, cormoranes, y otros grupos, es posible que la cifra total pueda incrementarse en un 50% como mínimo. Una tabla como la que hemos intentado para los reproductores, es decir, completa y con una cierta precisión, de las especies que hivernan en el MO es mucho más difícil, ya que las variaciones interanuales son mayores, y las variaciones de densidad, muy grandes. Nos hemos limitado a tabular las especies de mayor peso demográfico en los distintos paises (una media de los censos de IWRB de 1993 y 1994, junto a los de ICONA-SEO de estos años) en la tabla *. Se considera que el Mediterraneo en su conjunto acoge el 50% de los invernantes del Paleártico occidental, pero hay que anotar también que la regresión cuantitativa es acusada. Una comparación estadistica de la invernada en 295 localidades refleja que en 1970 acogían 2,8 m. de aves, y sólo 1,5 m. en 1989. Para alguna especie la regresión es catastrófica: el caso del Porrón pardo, con una pérdida del 93% de los efectivos, es el más grave! Los datos de limícolas son más fragmentarios. Hemos podido recopilar los de tres paises, correspondientes al censo de 1993. Las especies que superan los 1500 individuos censados son las siguientes: PRINCIPALES LIMICOLAS INVERNANTES EN ESPAÑA, MARRUECOS Y PORTUGAL (censo de Enero de 1993) ( Elaborado con datos de IWRB y SEO-ICONA-CC.AA) Ostrero,Haematopus ostralegus4900 Cigüeñuela, Himantopus himantopus 5249 Avoceta, Recurvirostra avosetta 33771 Chorlitejo grande,Charadrius hiaticula8815 Chorlitejo patinegro,Ch. Alexandrinus8500 Chorlito dorado, Pluvialis apricaria 17988 Chorlito gris,Pluvialis squatarola 8352 Avefría,Vanellus vanellus 48241 (1) Correlimos tridactilo, Calidris alba2200 Correlimos común,Calidris alpina 91272 Correlimos zarapitín, Calidris ferruginea 1827 Correlimos menudo,Calidris minuta 5724 Combatiente,Philomachus pugnax 3099 Agula colinegra, Limosa limosa 108980 Aguja colipinta,Limosa lapponica 6075 Zarapito común, Numenius arquata 7637 Archibebe comun, Tringa totanus10723 Archibebe claro, Tringa nebularia 1717 Vuelvepiedras, Arenaria interpres 2380 Total 377.450 (1) Muy por debajo de la real. Los efectivos de limícolas invernantes en el Mediterraneo Occidental son con seguridad muy superiores al doble de esta cifra: la mayor parte de especies están severamente subestimadas en los censos, y no hemos dispuesto de información de Francia, Italia y, sobre todo, Túnez, donde la Bahia de Kneis (Gabés) acoge las mayores concentraciones de limícolas del Mediterraneo, que se han estimado en 300.000 aves. La estimación de un millón de limícolas invernando en los humedales del Mediterraneo Occidental (incluido Portugal y la costa atlántica marroquí) es razonable. Determinadas especies raras dependen por completo de estas localidades. El caso más espectacular es el Zarapito fino, una de las aves más amenazadas del mundo, cuya población total (estimada recientemente en sólo 50-270 ejemplares ) parece concentrarse en Merja Zerga (Marruecos), aunque hay datos reiterados de Doñana en años recientes. Esta situación de concentración no se da sólo en especies raras, sino que también se presenta en otras abundantes, como por ejemplo el Ansar común: Doñana acoge casi un 70% de la población invernante en el Mediterraneo Occidental, y si consideramos conjuntamente Doñana y Villafáfila, la cifra es próxima al 90%. El ejemplo del estuario del Tajo respecto del total de los invernantes de Portugal es también muy espectacular: concentra más del 50% de los limícolas y el 30% de las anátidas del país. Aspectos científicos y de conservación. Entre los humedales, las aves y el hombre se establecen otras relaciones que nos interesan. Hemos hecho algunas referencias a la reducción y la degradación de las zonas húmedas, pero hay dos aspectos que son fundamentales, el conocimiento y la protección, y vale la pena examinar el papel que juegan en ellos los humedales del Mediterraneo occidental. Desde el punto de vista científico, la región presenta una concentración espectacular de investigadores, instituciones y programas: la Tour du Valat, la Estación Biológica de Doñana, diversos departamentos universitarios, las estaciones ornitológicas de la Albufera de Valencia, el Delta del Ebro, etc son la base sobre la cual, desde la famosa conferencia de Les Saintes Maries (MAR, 196?) se han sucedido iniciativas y programas que han generado una gran cantidad de información sobre las aves y la ecología de las zonas húmedas, muy por encima de la media mundial. Probablemente el "centro de gravedad" de investigación y conservación de humedales a nivel continental está situado ahora en nuestra cuenca. La cantidad de publicaciones sobre el tema se incrementa anualmente de forma espectacular hasta rozar el exceso de información. Hasta ahora, era importante acumular datos, acumular información, publicar y difundir, y quizá era más importante hacer mucho que hacer bueno. Hay que cambiar: ha llegado el momento en que el rigor debe dominar: una nueva publicación sólo tiene sentido si aporta realmente algo sólido (confieso que no estoy seguro de estar en el caso). Una característica muy importante de los humedales en relación a la ciencia, que desde luego no es privativa de los mediterraneos, es su caracter de formación de ornitólogos y de equipos. Miles de personas, cada invierno, colaboran desinteresadamente en una labor colectiva y casi anónima de recopilar información para los censos internacionales. Probablemente casi la totalidad de los ornitólogos mediterráneos han participado en esta labor En cuanto a la conservación, el primer punto a considerar debe ser la aplicación del Convenio de Ramsar en los paises de la región, que queda recogida en el siguiente cuadro: El Convenio de Ramsar en el Mediterraneo Occidental: (a 31/12/95) PaisEntradaNum locsSuperfície ITALIA14. 4.774656.950 FRANCIA1.12.8616741.085 ESPAÑA4. 9.8235157.857 PORTUGAL24. 3.81230.563 MARRUECOS20.10.80410.580 ARGELIA4. 3.84 24.900 TUNEZ 24. 3.81112.600 MALTA30. 1.89111 Para valorar estas cifras, podemos considerar que las partes del Convenio son 91 (un 50 % de los miembros de la ONU), pero que el 100% de los paises del Mediterraneo Occidental lo han subscrito. Hay 770 humedales designados a nivel internacional, de los que un 13,9 % están en los paises del Mediterraneo occidental, y 52 millones de Has designadas (de las que sólo 1.014.546 (un 1,9%) está en nuestra región. Es importante destacar que, en el caso de Europa occidental, se mantiene un ritmo constante de designación de nuevas áreas. También en Africa hay designaciones sucesivas. Es importante ver que la conservación es un proceso abierto, no un objetivo en sí. La conclusión es que a nivel regional hay una excelente implicación en los programas internacionales a nivel legal, una aceptable proporción en cuanto al número de espacios protegidos, pero la superficie es muy pequeña en relación a otras latitudes. ¿ Se trata sólo de una limitación geográfica, consecuencia de la baja proporción de humedales en la zona, o es también política ? La conservación no és sólo un proceso político, basada en las decisiones de las administraciones públicas, sino que tiene una base científica y una base social igualmente importantes. El papel de las ONGs es primordial. Este tipo de entidades trabajan activamente en todos los paises ribereños (salvo en Argelia), y las hay de carácter internacional. En este contexto se situan las iniciativas más importantes, como es el caso más notorio del programa MEDWET (o MEDHUM), que ha supuesto un esfuerzo muy importante en los últimos años. Quizá es todavia pronto para intentar un balance, pero no puede ocultarse el aspecto poco práctico de algunas iniciativas. Si hiciéramos un símil empresarial, podríamos decir que se invierte mucho en tecnología y en publicidad, pero muy poco en producción. Después de MEDWET, disponemos de más publicaciones, algunas de ellas de calidad, se han celebrado grandes (y caras) conferencias internacionales, pero no hay más hectáreas protegidas, ni ha mejorado cualitativamente la gestión de las que ya lo estaban. El progreso es, al menos, incompleto. Hay que insistir que la conservación es un proceso, y por tanto, las cifras resultan engañosas ya que simplifican la realidad, al darle una precisión numérica que no existe. Los datos que hemos intentado obtener tienen valor indicativo, pueden señalar tendencias, y podrian corregirse mucho en los detalles, pero las conclusiones de carácter cualitativo son adecuadas. En realidad, en Europa hay un regreso a las condiciones originales, y el punto más bajo en zonas húmedas puede haberse superado, ya que muchas zonas de cultivo subóptimo se han abandonado en las últimas décadas. Recordemos que hay datos de drenaje en Italia por los etruscos, en el s. V antes de JC, y esta labor la continuaron los romanos, los monjes en la Edad Media, y se mantuvo hasta Mussolini, que hizo de la "bonnifica" uno de los puntales de su política rural. Actualmente, las grandes desecaciones se han abandonado. Pero se han suprimido también actuaciones tradicionales (p.e., las "mondas" de lagunas, por las que se extraían sedimentos) que iban a favor de la conservación. La "no gestión" también lo es, y no está exenta de riesgos. En la ribera meridional, se mantienen los problemas más graves, ya que el desarrollo socioeconómico sigue disputando el territorio y el agua a las zonas húmedas. En un decenio, el N de Africa incrementará su población en un 20%, con los problemas de producción de alimentos, eutrofización y contaminación que son de suponer. El gran resto de la conservación está en el sur. Para la Conservación, deberíamos ser capaces de de encontrar respuestas a diversos interrogantes: ¿ Es posible que las zonas húmedas jueguen un papel socio-económico más relevante? ¿ Como vamos a disputar el agua de los humedales con los agricultores, con las poblaciones, con la industria? ¿ Puede integrarse el turismo la nueva actividad económica de la región, en el reto?. Cerrar Ventana El Ministerio de Medio Ambiente agradece sus comentarios.Copyright © 2001 Ministerio de Medio Ambiente