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Unos 25 voluntarios inician en la Sierra de Retín el programa para la crianza del ibis eremita

Sevilla (junio de 2006). La Consejería de Medio Ambiente ha comenzado ya el programa de voluntariado para la crianza y seguimiento del ibis eremita en la Sierra de Retín, ubicada en el término municipal de Barbate, lindando con el Parque Natural De la Breña y Marismas del Barbate. Esta iniciativa, que tendrá una duración de tres meses, forma parte del Proyecto Eremita que desarrollan conjuntamente desde 2003 la Junta de Andalucía y el Parque Zoológico y Jardín Botánico Alberto Durán de Jerez de la Frontera, para crear en la comarca de la Janda una población estable y autosuficiente de esta especie catalogada en 'peligro crítico de extinción'.

Los 25 voluntarios ambientales que participan en esta iniciativa trabajan en turnos de dieciséis días, del 15 de junio al 29 de agosto y realizan actividades formativas relacionadas con espacios naturales protegidos, fauna y flora, migración de aves, y otras complementarias.

El trabajo de crianza y posterior seguimiento de las aves lo ejecutan grupos de cinco voluntarios, quienes trabajan a su vez con dos "padres adoptivos" con experiencia en la crianza de esta especie y con un técnico. En cada jornada los voluntarios, en parejas, se ocupan de preparar la comida de los pollos, de su crianza en los aviarios construidos para tal fin en la Sierra de Retín, o del seguimiento de los mismos por los alrededores, una vez que hayan realizado sus primeros vuelos.

Esta iniciativa, que se desarrolla por tercer año consecutivo y que cuenta con la colaboración de la Sociedad Gaditana de Historia Natural, se enmarca en el Programa de Voluntariado Ambiental de la Consejería de Medio Ambiente.

Ibis eremita

El ibis eremita (Geronticus eremita) es un ave colonial, con un tamaño medio de 70 a 80 centímetros de altura, que habita en zonas áridas o semiáridas de estepas, pastizales y campos de cultivo. Esta especie, que se alimenta principalmente de insectos y de pequeños vertebrados, nidifica y tiene su refugio en cortados y acantilados costeros.

Las poblaciones del ibis eremita han sufrido un dramático declive a lo largo de los últimos siglos, provocado por la pérdida de hábitat, persecución y molestias causadas por el hombre, como la contaminación en el tejido por pesticidas o la agricultura intensiva. En la actualidad tan sólo quedan unas 250 aves en libertad localizadas en el sureste de Marruecos.