Huelva (octubre de 2006). La delegación de la Consejería de Medio Ambiente en Huelva comienza este mes la fase final de restauración de la cubierta vegetal en la zona de monte público de los términos municipales de Almonaster La Real, Aroche y Cortegana afectada por el incendio forestal originado el día 1 de agosto de 2003 por el efecto de un rayo producido por una tormenta seca, y que se dio por extinguido tres días después.
La vegetación anterior al incendio estaba dominada por las repoblaciones de eucalipto y de pino piñonero, a las que se sumaban extensas superficies de matorral. El proyecto de restauración incluye la plantación de especies autóctonas como encinas, acebuches, alcornoques, madroños y quejigos en el terreno afectado perteneciente al Paraje Natural Sierra Pelada y Rivera del Aserrador.
Para la elaboración de este plan de restauración vegetal se han tenido presentes las directrices marcadas por el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales de este espacio protegido para las zonas incluidas dentro de él, y los modelos de actuación propuestos por el Plan Forestal Andaluz para el resto de áreas (monte Baldíos de Almonaster).
Anteriormente se han llevado a cabo obras de emergencia, que se han prolongado durante más de dos años, para la retirada de los pies de los árboles quemados, la creación de las fajinas y albarradas necesarias para la conservación de suelos evitando su erosión, y actuaciones de control fitosanitario, de adecuación y de reparación de infraestructuras dañadas por el fuego. A continuación se iniciaron las tareas de restauración de la cubierta vegetal, que entrarán pronto en su fase final, siempre que llueva.
Durante todo el proceso, que tiene un presupuesto de 3,1 millones de euros, Medio Ambiente ha contado con el asesoramiento técnico de los responsables del programa de recuperación de las colonias de buitre negro, ya que en esta zona se encuentra el núcleo más numeroso de Andalucía, con 84 parejas censadas.
Como actuación complementaria a la restauración de la vegetación se están creando bosquetes a partir de la plantación de árboles escayolados, procedentes de la Red de Viveros de Andalucía, en aquellas áreas más favorables y cuyo acceso permite tanto la ejecución de dicha labor como el necesario mantenimiento del arbolado durante un plazo de dos años.