La Palma (junio de 2006). El jurado del Premio César Manrique ha resuelto otorgar el galardón de este año a la Reserva Mundial de la Biosfera La Palma por su dilatada y ejemplar trayectoria desde su creación en 1983.
A juicio del jurado, la Reserva de la Biosfera de La Palma obtiene este premio al convertirse en un modelo de desarrollo sostenible donde se han puesto en práctica acciones basadas en los conocimientos y en la participación activa de la población local, motivo este por el que el consejero de Medio Ambiente y Ordenación Territorial del Gobierno de Canarias, Domingo Berriel, dio la enhorabuena al gerente de la Reserva de la Biosfera, Antonio San Blas, y al presidente del Consorcio, José Luis Perestelo.
El jurado del premio estuvo compuesto por Juan Carlos Moreno, director general del Medio Natural; Ángela Navarro García, directora de Televisión Española en Canarias; Alberto Brito Hernández, catedrático de Zoología de la Universidad de La Laguna; Alejandro Hidalgo Pérez, delegado de Medio Ambiente de TUI España; Víctor Montelongo, Jefe del Servicio de Medio Ambiente del Cabildo Insular de Gran Canaria; y Ricardo Haroun Tabraue, del departamento de Biología de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.
Su historia
La Palma fue la primera entre las Islas Canarias en contar con una Reserva de la Biosfera. La finca El Canal y Los Tiles, ubicada en el noreste de la isla y con una superficie de 511 hectáreas, fue adquirida por el Instituto Nacional para la Conservación de la Naturaleza (ICONA) en el año 1977, estableciendo, mediante Resolución de 16 de noviembre de 1982 las Normas Especiales para la protección del monte El Canal y Los Tiles, quedando prohibida con carácter permanente la explotación con fines económicos de cualquiera de sus recursos naturales.
Con posterioridad, el 30 de junio de 1983, la UNESCO declara la finca como Reserva de la Biosfera de El Canal y Los Tiles, integrándose en la Red Mundial de Reservas de Biosfera del Programa MaB (Man and Biosphere).
El objetivo de protección de la originaria Reserva de la Biosfera El Canal y Los Tiles era la Laurisilva macaronésica. Sin embargo, el papel de las Reservas de Biosfera evolucionó vertiginosamente para convertirse en referentes pioneros del desarrollo sostenible. Ello lleva a que en los años noventa del siglo pasado se proponga una ampliación del espacio protegido. El MaB aprobó en 1997 esa primera ampliación, con lo que la Reserva de la Biosfera pasó a llamarse Reserva de la Biosfera Los Tiles, y comprendía un territorio de 13.931,15 hectáreas (el 19,67 por ciento de la superficie insular), 27 veces mayor que aquel emblemático espacio de la finca El Canal y Los Tiles. De hecho, las 511 hectáreas de la primera declaración permanecen como zona núcleo de la Reserva de la Biosfera, pero el ámbito protegido abarca ya una comarca completa, desde la cumbre al litoral.
Por último, en Sesión Plenaria del Consejo Internacional de Coordinación de la UNESCO, celebrada en París el día 6 de noviembre de 2002, se acordó la aprobación del expediente de ampliación de la Reserva de la Biosfera a la totalidad del territorio insular y se toma nota de su nueva denominación: Reserva Mundial de la Biosfera La Palma.
Esta declaración de un territorio insular completo como Reserva de la Biosfera supone un cambio de mentalidad, ya que se entiende que en este tipo de lugares -de reducido tamaño, amplia fragilidad y complicada convivencia entre conservación y desarrollo socioeconómico- no se puede fragmentar el territorio, sino que es necesario articular una respuesta integral. La práctica internacional ha demostrado que esta es una de las características de las pequeñas y medianas islas, donde los territorios y las actividades humanas se interrelacionan de forma constante y cambiante, resultando muy difícil abstraer de la insularidad espacios de cierta magnitud.