Sevilla (junio de 2006). Del 3 al 7 de julio se presentará en París ante la UNESCO la propuesta de creación de la primera Reserva de la Biosfera Intercontinental, que aúna a dos países de muy diferentes características socioeconómicas pero que tienen en común el Mediterráneo, lo que genera ya una identidad físico-natural y cultural muy específica relacionada con un medio que ha generado un conjunto de saberes y experiencias de gran permanencia funcional y paisajística.
Andalucía y Marruecos han venido trabajando intensamente en la creación de la Reserva de la Biosfera Intercontinental del Mediterráneo, para el que se han sucedido numerosas reuniones entre ambas partes con el objetivo principal de presentar un documento ante la UNESCO que refleje la comunión de los dos países participantes. Esta propuesta venía definida como un proyecto concreto de la iniciativa comunitaria INTERREG con el fin de reforzar la cohesión económica y social de la comunidad, fomentando la cooperación y el desarrollo equilibrado de su territorio.
Previamente a la reunión del Comité Consultivo, que será a partir del día 5, y en el que se decidirán las propuestas que se presentarán en septiembre ante la Mesa del Consejo Internacional de Coordinación del Programa MaB para su aprobación definitiva, una delegación conjunta formada por representantes marroquíes y andaluces expondrán su proyecto de la Reserva de la Biosfera Intercontinental del Mediterráneo.
Los objetivos concretos de este proyecto se orientan a contribuir a la conservación de los recursos naturales, ayudando, por una parte, al desarrollo de la red de Sitios de Interés Biológico en el norte de Marruecos y a la consolidación de la Red de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía y, por otro, a la promoción del uso sostenible de estos en beneficio de las poblaciones locales.
Cumple, por tanto, con las tres funciones de conservación, desarrollo y apoyo logístico que se definen en el Artículo 3 del Marco Estatutario de esta manera:
Criterios para la designación como Reserva de la Biosfera
La Reserva de la Biosfera Intercontinental del Mediterráneo tiene en Andalucía una extensión de 487.895,18 hectáreas, la mayor del Estado español, y acoge en su interior dos Reservas de la Biosfera declaradas con anterioridad (Sierra de Grazalema y Sierra de las Nieves), que también están declarados en Andalucía como parques naturales, además del Parque Natural Del Estrecho.
Esta reserva intercontinental destaca por ser un modelo representativo de la región biogeográfica mediterránea. La singularidad y diversidad interna son dos de sus máximas señas de identidad. Se conforma como un mosaico de ecosistemas en los que el hombre ha estado presente desde la antigüedad, interactuando con el medio y modelando los paisajes. El predominio de las áreas montañosas y la cercanía al mar, junto con un clima mediterráneo con influencias oceánicas, que en muchas ocasiones deriva en microclimas según las circunstancias del relieve, han generado una gran diversidad de ambientes que le dotan de una gran diversidad paisajística y por tanto ecosistémica.
Ejemplos de esta realidad son los diferentes tipos de hábitats que conforman la reserva: áreas forestales, zonas de matorral, pastizales, escarpes rocosos, riberas de aguas continentales, marismas, zonas costeras litorales, áreas marinas, áreas agrícolas y asentamientos humanos; por no hablar de las especies que requieren ser conservadas por estar en peligro de extinción.