Sevilla (octubre de 2006). El pasado 19 de octubre, miembros de la Junta Rectora del Parque Natural Despeñaperros acudieron al monte La Aliseda de Santa Elena, invitados por la delegada provincial de Medio Ambiente, Amparo Ramírez, para conocer las instalaciones del que será el segundo centro de cría exclusiva del lince ibérico, que trabajará junto con el El Acebuche del Parque Nacional de Doñana en el programa de conservación ex situ.
La Junta Rectora, y el parque natural en general, siempre se ha mostrado muy interesada por este proyecto, al que demuestra todo su apoyo. Por ello, acudieron a la cita una veintena de representantes de este órgano de participación, incluido su presidente, Manuel Noguera -alcalde de Santa Elena- guiados por la delegada; el director conservador, José Luis Sánchez; y el responsable de este programa de conservación del lince, Miguel Ángel Simón.
Los trabajos se centran en la actualidad en la dotación del mobiliario del centro así como la adecuación de los exteriores, una tarea que estará lista en las próximas semanas, con lo que el centro estará completamente finalizado.
El centro, beneficiado con una inversión que ronda los 1,3 millones de euros, se divide en dos partes: una destinada al edificio central de viviendas para el personal, laboratorio, clínica, cuarentenas para los ejemplares adultos de lince, habitación para los cachorros; y otra en la que se encuentran actualmente construidas once jaulas, de 1.250 metros cuadrados, superando así en dimensiones a las de El Acebuche, con el fin, explica Miguel Ángel Simón, de que las crías que nazcan se rodeen de un entorno lo más parecido posible al que tendrían en libertad, ideales para caza y llevar una vida lo más parecida posible a la que tendrán cuando sean reintroducidas en el medio natural.
El Centro La Aliseda realizará, además, una labor de educación ambiental, con la posibilidad de recibir visitas en épocas que no sean de cría ni reproducción. Del mismo modo, se pondrá en marcha un circuito cerrado de televisión que permitirá difundir imágenes a los visitantes de la situación en la que se encuentran los animales que se encuentran en zonas restringidas.
El monte La Aliseda reunía todos los requisitos para albergar este centro, ya que se trata de un área en la que no se conoce población de lince salvaje; de lo contrario, existiría un alto riesgo de contagio para los ejemplares en cautividad en caso de enfermedad. Además, Despeñaperros ha sido históricamente lugar de asentamiento de linces, por lo que como hábitat reúne todas las condiciones.