Sevilla (octubre de 2006). Del 13 al 18 de octubre se celebró en Lanzarote el I Congreso de Reservas de la Biosfera Españolas, organizado por el Ministerio de Medio Ambiente, el Cabildo insular y el Gobierno de Canarias y con la participación de ministerios y comunidades autónomas para la cooperación en la búsqueda de un nuevo equilibrio con la naturaleza.
Durante la inauguración de este evento, la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, anunció que presentaría formalmente en París, donde se encuentra la sede de la UNESCO, la propuesta para que España sea la sede en 2008 del Congreso Mundial de Reservas de Biosfera y de la reunión de la Comisión Internacional de Reservas de Biosfera.
El objetivo del I Congreso Nacional de Reservas de la Biosfera consistía en ofrecer un panorama de la evolución y realidad actual de las reservas de biosfera; exponer estudios de casos que puedan aportar una visión del funcionamiento de las reservas, como fue el de Lanzarote o el de la futura Reserva de la Biosfera Intercontinental del Mediterráneo; y acordar los textos constitutivos de una red estatal llamada a jugar un papel relevante en la exploración de un desarrollo humanos más sostenible que el actual, centrando la atención en la escala local, en áreas geográficas valiosas cuyas poblaciones humanas muestran una voluntad clara de ensayar un mejor desarrollo que el actual. Para ello se acordaron tres importantes documentos:
El desarrollo rural y la conservación de los recursos naturales; y el seguimiento, observatorios, indicadores y herramientas de implantación de reservas de la biosfera fueron otros de los temas analizados durante este encuentro nacional.
El I Congreso de Reserva de Biosfera Españolas reunió a más de un centenar de representantes de las distintas administraciones públicas y entidades sociales. Asimismo, asistió Miguel Clüsener en representación de la UNESCO y el presidente de IberoMaB, Sergio Guevara. En las conclusiones se valoró el compromiso institucional de las administraciones en relación con estos espacios naturales, y la importancia de la Estrategia y Plan de Acción que han surgido de los debates acontecidos en este foro.
La participación andaluza
La comunidad andaluza, con ocho reservas de la Biosfera declaradas, tuvo una importante participación en este primer congreso nacional, con ocho paneles expositivos para la muestra que recogía todas las reservas nacionales; con la presentación y exposición de la Reserva de la Biosfera Intercontinental del Mediterráneo, a cargo de la directora general de la Red de Espacios Naturales Protegidos y Servicios Ambientales de la Junta de Andalucía, Rosario Pintos, y el presidente del Comité Andaluz de Reservas de la Biosfera, Juan Manuel Suárez Japón, junto con un representante del Comité MaB de Marruecos.
En las mesas de experiencias participaron la Reserva de la Biosfera Dehesas de Sierra Morena, en la relativa a desarrollo rural, con el Pacto Andaluz por la Dehesa; la Reserva de la Biosfera Sierra Nevada, en la mesa de seguimiento e indicadores; la Reserva de la Biosfera Sierra de las Nieves, en la de herramientas de implantación, en la que el jefe del Servicio de la RENPA, Fernando Molina, fue el secretario.
Por último, la directora general de la RENPA presentó el plenario dedicado al Plan de Acción, cuyo borrador se ha redactado desde Andalucía, recogiendo las propuestas de las distintas reuniones de la red española. Además, presentó las conclusiones finales de este primer congreso nacional.
El Programa MaB
El Programa Hombre y Biosfera de la UNESCO -conocido como MaB por abreviatura de sus siglas en inglés, Man and Biosphere- es, desde su puesta en marcha a principios de los años setenta, un avanzado instrumento para formular criterios y ejemplificar un nuevo modelo de relación entre el hombre y la naturaleza. Como fruto de su labor, surgió una Red Internacional de Áreas Protegidas que, hasta la fecha, abarca más de 478 reservas en 102 países.
Las reservas de la biosfera se establecen sobre zonas representativas y de gran valor ecológico, en las que la integración de la población, y sus actividades, se consideran esenciales. El Programa MaB promueve la Red Mundial de Reservas de la Biosfera como un instrumento para la aplicación de proyectos de conservación y uso sostenible de la diversidad biológica. Para ser admitidas en esta Red de la UNESCO, las zonas deben ser propuestas por los gobiernos de cada país y cumplir las condiciones requeridas por el MaB.
Se trata de espacios singulares que, sin que ello implique un régimen jurídico especial, son así reconocidas por la UNESCO como áreas de referencia en las que destaca una nueva manera de relación del hombre con la naturaleza. En este sentido, el Programa Hombre y Biosfera persigue desarrollar, demostrar, promover y presentar relaciones armoniosas entre el hombre y el medio ambiente.
El caso español
Más allá de su gran riqueza en biodiversidad y paisajes culturales, el conjunto español de reservas de la biosfera representa un catálogo de valiosas experiencias en diversos aspectos territoriales, legislativos y socioeconómicos, de debate social y cooperación interna y externa, que distan mucho de ser reconocidas y comprendidas. Por ello, presentar a la sociedad española experiencias de más de 25 años y una voluntad de compromiso para el futuro constituyen una gran oportunidad ya que, por un lado, son necesarias más referencias culturales de iniciativas preocupadas por el futuro de la humanidad; y, por otro, su visibilidad puede animar a otras personas y entidades a implicarse más.
Las características de España la convierten en un lugar idóneo para aplicar los postulados del Programa MaB, pues alberga la biodiversidad más elevada y mejor conservada de Europa. En este país son 33 los espacios integrados en la Red Internacional de Reservas de Biosfera del Programa MaB, siendo así el tercer país del mundo en áreas adscritas al programa, detrás de Estados Unidos y la Federación Rusa.
El conjunto español comprende una gran diversidad de territorios, paisajes, ecosistemas y especies; pero su denominador común es la voluntad de su población de buscar un desarrollo basado en los principios de la sostenibilidad. En total, catorce comunidades autónomas (Extremadura, Cantabria, Castilla y León, Andalucía, Cataluña, Castilla-La Mancha, Canarias, País Vasco, Madrid, Baleares, Asturias, Navarra, Galicia y La Rioja) cuentan con territorio declarado reserva de la biosfera. El Congreso de Lanzarote ha servido para restablecer las nuevas líneas de actuación en estas reservas, reforzando la coordinación y cooperación entre Administraciones
Como miembro de pleno derecho de la UNESCO, España viene desarrollando una intensa labor para la puesta en práctica de los fines y objetivos del Programa MaB en su territorio nacional. El Organismo Autónomo Parques Nacionales ostenta la competencia de coordinación del desarrollo del Programa MaB en este país.
El Ministerio de Medio Ambiente incluirá a estas reservas en el anteproyecto de Ley del Patrimonio Natural y la Biodiversidad, para dotarlas del adecuado reconocimiento desde el punto de vista de nuestro ordenamiento jurídico. En 2007, el ministerio invertirá cerca de doce millones de euros para contribuir a la conservación y gestión de estos espacios.
España es uno de los países más activos en el Programa MaB, destacando, la Estrategia de Sevilla de 1995, referencia para el Programa MaB en la actualidad; y la reunión Sevilla+5, celebrada en Pamplona en el año 2000. Además, España apoya de forma decidida a la Red Iberomab, la Red Regional de Reservas de Biosfera de Iberoamérica, cuya décima reunión se celebró en la isla de La Palma, a continuación del congreso nacional, los días 19 y 20 de octubre.