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Los proyectos Doñana 2005 y Corredor Verde del Guadiamar se funden

Sevilla (abril de 2007). Nueve años después del vertido tóxico sufrido en Aznalcóllar, los proyectos de restauración organizados por el Ministerio de Medio Ambiente y por la Consejería de Medio Ambiente -Doñana 2005 y Corredor Verde del Guadiamar, respectivamente- se funden en uno solo. Así lo anunció ayer Hermelindo Castro, director general del Instituto del Agua de la Consejería de Medio Ambiente, en un acto que servía para conmemorar el cuarto aniversario de la declaración del Paisaje Protegido Corredor Verde del Guadiamar.

Y se ha hecho así en cuanto que tienen unos objetivos comunes, que son: recuperar la libertad de las cuencas que alimentan a Doñana; recuperar también las marismas, muy transformadas por su pasado agrícola, aprovechando las obras de recuperación tras la catástrofe; permeabilizar el blindaje físico de Doñana que supone el muro de 29 kilómetros conocido como la Montaña del Río, construido en los años ochenta para usos agrícolas y ampliado después para proteger a Doñana del vertido de Boliden.

Antes de dar el visto bueno al proyecto hidrogeológico, se ha debatido intensamente sobre qué actuaciones eran necesario modificar e, incluso, eliminar momentáneamente, como ha sucedido con el número 5, para la recuperación del Caño Guadiamar.

La singularidad de estos dos proyectos recae sobre la credibilidad científica de la que disfrutan tras dos años de debate, en los que se ha concluido la importancia del agua como hilo conductor entre el medio ambiente, la sociedad y el territorio. Así, a la vez que se pretende respetar los caudales naturales de Doñana, se intentará que toda la demanda social (turismo, agricultura, etc.) se pueda ordenar de forma respetuosa con el medio ambiente. Por último, se trata de que todo lo anterior se justifique en torno a un pacto que garantice la integración ecológica de Doñana.

Los proyectos

La rotura de la balsa minera de Boliden, en abril de 1998, provocó una importante contaminación en más de 4.000 hectáreas de los ríos Agrio y Guadiamar y en zonas próximas.

Los trabajos de limpieza y descontaminación se hicieron con la mayor urgencia por el Ministerio de Medio Ambiente y la Consejería de Medio Ambiente, cada uno en el ámbito de su competencia. Posteriormente, ambas optaron por continuar con trabajos que dieran lugar a una situación final apreciablemente mejor desde el punto de vista medioambiental, que la situación previa al accidente minero.

Así, el Ministerio puso en marcha el Proyecto Doñana 2005 y la Consejería emprendió el Corredor Verde del Guadiamar. Los dos se complementan, sobre todo en la zona de Entremuros, y hoy es un ejemplo de coordinación entre las admnistraciones nacional y regional. Así, en febrero de 2005, los dos comités científicos que supervisan los trabajos de forma independiente se fusionan en una única comisión coordinada por la Consejería de Medio Ambiente.

El proyecto de Restauración Hidrogeológica de Doñana comienza una etapa de plasmación de una visión integradora gestada en la experiencia de siete años de labores de recuperación de la marisma después del vertido de Boliden.